En 2013, en el marco del Plan Patria Segura y a través del Movimiento por la Paz y la Vida, adscrito al Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, que coordinaba en ese entonces el viceministro, José Vicente Rangel Ávalos, se estableció un diálogo con bandas criminales para su desmovilización, desarme y abandono de la actividad criminal