Un museógrafo y el jefe de seguridad del museo sustrajeron las obras de la bóveda | Foto: cortesía
Dos obras de los artistas Gertrud Goldschmidt y Carlos Cruz-Diez cuyo valor se estima en 60.000 dólares, de acuerdo con galeristas, fueron recuperadas por funcionarios de la Dirección de Investigaciones de los Delitos contra la Propiedad del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc). Las dos piezas creativas habían sido sustraídas de la bóveda del Museo de Arte Contemporáneo Armando Reverón, en Caracas, contaron fuentes policiales y de la institución artística a El Pitazo.
Las alertas se dispararon cuando la obra de Goldschmidt, también conocido como Gego, fue trasladada ese mismo lunes a una galería privada de Caracas para ofrecerla a la venta. Horas después fue llevada, también para la venta, una serigrafía perteneciente a una edición de 100 obras especiales de Carlos Cruz-Diez, elaboradas por el artista en 1980.
Representantes de esta sala se sorprendieron ante la llegada de un boceto con impresión en alto relieve con la firma de Gego, elaborado en tinta china sobre papel. De igual modo se sorprendieron por la obra de Cruz-Diez. Para corroborar la autenticidad de ambas acudieron a las fundaciones de los artistas y fue allí donde se confirmó que las obras pertenecen al Museo Armando Reverón.
Una comisión de la Fundación de Museos Nacionales y miembros de la policía científica acudieron al lugar a retirar las obras tras recibir la denuncia. Para cerciorarse de que estas llegarían a su destino, miembros de la galería privada y las autoridades realizaron una fijación fotográfica y firmaron varias actas de entrega.
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Responsables tras las rejas
Las investigaciones realizadas por el Cicpc llevó a los funcionarios hasta el museógrafo Carlos Ysaac Mora Rodríguez (44 años), quien en conjunto con el jefe de seguridad del Museo Armando Reverón, identificado como Douglas Antonio Hernández Gutiérrez (53 años), hurtaron las dos obras que permanecían resguardadas en la bóveda. Ambos fueron aprehendidos y puestos a la orden del Ministerio Público.
Se comisionó, además, a un grupo de funcionarios del Cicpc y a empleados del Ministerio de la Cultura para realizarles una auditoría a unas 5.000 obras que deberían reposar en el referido Museo de Arte Contemporáneo.
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