HABÍAN TRANSCURRIDO APENAS OCHO DÍAS DE ENERO y ya la Fuerza de Acciones Especiales (Faes) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) sumaba su primera masacre de 2019, al asesinar en un lapso de 12 horas a ocho hombres en la parroquia Macarao, municipio Libertador.
Los funcionarios de la FAES llegaron al barrio Kennedy de esa parroquia a las 6:30 am del martes 8 de enero, según relatan testigos, y no fue sino hasta la tarde del día siguiente cuando desalojaron el sector, dejando una estela fatal.
Ricardo González Amundaray, de 26 años de edad, fue una de las víctimas. El exempleado del ministerio de Industria y Comercio dormía con su hijo de 3 años de edad en su casa de la vereda 11. Funcionarios que cubrían sus rostros con pasamontañas y portaban armas largas le arrancaron al niño de las manos, se lo entregaron a su abuela y posteriormente lo ejecutaron con tres disparos en el pecho, según relató su hermano Danny Rivero, miembro de la policía marítima del estado Falcón.
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Ricardo estuvo preso un par de meses en 2017, pero sus familiares desconocen por cuál delito. Tenía previsto emigrar a Colombia a encontrarse con su pareja, que está allá desde mediados de 2018. “Hablan de enfrentamiento, pero es mentira. Ellos matan a lo loco. Disparan y después averiguan. Es un acto de cobardía”, declaró Rivero a Monitor de Víctimas.
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