Ciudad Guayana.- Un intenso mal olor alcanzó los pasillos del hospital Uyapar el miércoles 2 de octubre, lo que generó alarma e incomodidad entre pacientes y personal médico del reconocido centro asistencial público, ubicado en Puerto Ordaz. Se trató de un cadáver cuyos familiares no habían podido sacarlo de la morgue porque no contaban con recursos para pagar los gastos funerarios. La fuente informativa a la cual se tuvo acceso indicó que la situación generó alarma en el personal de salud y entre los familiares por el riesgo que corrían los pacientes tras la contaminación generada; pero aclaró que ninguna de las áreas del centro fue cerrada.
El cadáver fue ingresado el lunes 30 de septiembre y unas 48 horas después seguía en la precaria morgue, sin aire acondicionado. El fuerte olor salía de la sala de anatomía y llegaba hasta la emergencia. “Esto era horrible; la pudrición llegó a la sala de parto, donde estaba mi hija, y al área neonatal. Hasta en el ascensor olía a muerto”, dijo Carmen Jiménez, una sexagenaria que esperaba en los jardines del hospital por el alta médica de su hija, quien dio a luz en el desasistido centro asistencial, uno de los más grandes del sur del país, pero que con la crisis humanitaria compleja, ha disminuido su capacidad operativa.
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Los familiares de la persona fallecida no pudieron retirar a tiempo el cadáver porque no tenían dinero para pagar el sepelio. Entonces, mientras los parientes recogían el monto para el funeral, tuvieron que dejar el cuerpo en el cuarto sin refrigeración, razón por la cual se descompuso.
“Esto es así: aquí llega un cuerpo y tiene que ser entrada y salida. Se firma el acta de defunción y para atrás, porque no hay aire”, dijo la fuente. En reiteradas oportunidades, enfermeras y médicos de los hospitales del sur del país han denunciado la situación de las cavas de las morgues, tanto la del hospital Uyapar como la del hospital Dr. Raúl Leoni, de San Félix.
