El área nunca fue clausurada completamente tras un incendio registrado en 2014 | Foto: Andrés Rodríguez
Caracas.- Más de cinco años han pasado desde que parte del servicio de Medicina II del Hospital de Niños José Manuel de los Ríos fue cerrado por una remodelación que nunca se culminó. El avance de la obra apenas llegó al punto de una demolición del área, que era ocupada por 15 camas para hospitalización y que estaba diseñada para recibir a casi 500 pacientes en promedio mensual.
De acuerdo con José Garibaldi, médico del área de Medicina II, en el lugar de la demolición, que permanece cerrada para el personal de salud, empezó a crecer un árbol. La situación, contada como anécdota, retrata el nivel de abandono de la obra, afirmó el especialista, con más de 30 años de servicio en el centro pediátrico.
“El espacio está completamente abandonado. El árbol crece en el ala que no fue remodelada, en el medio del hospital, mientras cientos de niños esperan para ser atendidos. El área perdió la funcionalidad, nada se sabe de los recursos aprobados para la ejecución de los trabajos que empezaron en 2014”, contó.
Garibaldi expuso que la situación ha disminuido la capacidad de atención, en específico de hospitalización en casi 15 %. Además, el personal asignado para la correcta operatividad del departamento en el que trabajaban cuatro médicos especialistas, tres residentes y doce enfermeras, también se formaban hasta seis estudiantes del 5º año de Medicina de la Escuela de Medicina “José María Vargas” de la Universidad Central de Venezuela.
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“La remodelación fue ordenada luego de un incendio en el ala norte, ahora desmantelada. Solo está en funcionamiento el equivalente a 40% de las instalaciones, pero no de forma óptima por la dotación irregular de insumos, las fallas en el suministro de agua y el déficit de personal. Solo hay una enfermera por turno, por ejemplo”, señaló.
La fallida remodelación fue incluida entre las observaciones realizadas en un informe de Contraloría General de la República sobre la gestión del Ministerio de Salud, que fue publicado en 2016. En el documento se precisaron las deplorables condiciones del servicio de Medicina II, en un apartado especial acerca de las deficiencias en el mantenimiento.
“La ausencia de políticas de mantenimiento preventivo y correctivo ha condicionado el deterioro de las áreas remodeladas. El Área remodelada en el 2010, llamada ala oeste, ya presenta deterioro importante del mobiliario, paredes, ventanas, grifería y lámparas”, reseñó el peritaje firmado por Manuel Galindo, entonces contralor.
En esa ocasión el organismo advirtió los riesgos latentes para la población que acude al hospital, por el mal manejo del protocolo de seguridad, debido a que muchos de los espacios derribados continúan abiertos y resultan de fácil acceso a otros departamentos del hospital. Esta denuncia fue corroborada por un equipo de El Pitazo durante un recorrido realizado recientemente.
“Sala de enfermería donde se preparan los medicamentos, se encuentra en deplorables condiciones. El ala norte demolida y en ruinas, no ha sido clausurada el acceso en forma eficiente con mecanismos de seguridad, lo cual genera un riesgo para todo el personal y pacientes”, recalcaron.
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