Caracas.- “Ay, yo creo que eso es pura política. Uno tiene la necesidad de salir porque no gana suficiente para comprar el mercado de una quincena. Total, al que le va a dar ese virus le da como sea”. El argumento de Xiomara Ríos, una usuaria del Metro de Caracas, quien se valió de su carnet de trabajadora del Instituto de Previsión y Asistencia Social del Ministerio de Educación (Ipasme), no difiere de lo que creen muchos caraqueños respecto al nuevo coronavirus.
Así lo constató un equipo de El Pitazo en una encuesta rápida que realizó la tarde de este jueves, 19 de marzo, en el sistema subterráneo cerca de las 2:00 pm, cuando el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, actualizó la nueva cifra de casos, con la que el país registra 42 contagiados por COVID-19. La cuarentena total y obligatoria cumplía más de 96 horas de vigencia. La medida se implementó dos días después de reportados los primeros dos casos.
Mientras, cientos de personas aún salen todos los días a la calle, como Ríos, en busca de lo básico para subsistir. Muchos desatienden el riesgo de contagio de la enfermedad que algunos en el mismo vagón califican de “misterio”.
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Clasificación
La cuarentena no es una medida única. Tampoco existe uniformidad en su aplicación. En general, la Organización Mundial de la Salud (OMS) describe tres tipos de aislamiento. Todos tienen como objetivo principal evitar o limitar la transmisión de un agente infeccioso, toxina biológica o un químico liberado en territorio determinada.
La intención es proteger la salud, seguridad y bienestar público de los residentes. Pero, en el caso de una pandemia, el cierre debe ser a gran escalada. La disposición cobró un nuevo significado, luego de la declaración del nivel más alto de la epidemia del coronavirus, anunciada el pasado 11 de marzo por “los niveles alarmantes niveles de inacción”, como justificó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Desde entonces más países han aprobado su ejecución, incluso el Reino Unido, cuyo primer ministro Boris Johnson había optado por aislamiento focalizado, cesó de esta posición. El Pitazo consultó a María Graciela López, presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología, y Rafael Orihuela, exministro de Salud, quienes explicaron los alcances e importancia de esta forma de prevención, además de sus particularidades para el caso venezolano.
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Aislamiento sanitario
Orihuela resaltó que para aplicar esta clase de cuarentena debe haber un caso confirmado en una zona determinada. La extensión en tiempo y espacio dependerá de las dimensiones de la epidemia y su evolución. Esto se corrobora con la información recabada en la investigación epidemiológica del caso, misma que debe ser de conocimiento público para que habitantes y vecinos tomen sus precauciones.
Recalcó que se confina al sospechoso y a los más cercanos de entorno que hayan tenido contacto directo con el paciente cero. El objetivo es evitar la propagación. Este tipo de aislamiento se hace, por lo general, en un área especial designada dentro de los hospitales. En el caso de Venezuela para la pandemia del COVID-19 se dispusieron 46 centros en las 24 entidades. Allí debe haber equipos, insumos y personal para el correcto seguimiento, tratamiento y vigilancia.
Aislamiento preventivo
Es el que se ordenaba al principio de la expansión de la epidemia, que tuvo origen en la provincia china de Hubei. Consiste en el confinamiento de todas las personas procedentes de los países con mayor foco de propagación. Entonces algunas naciones habían decido la prohibición de vuelos desde y hacia España, Italia, Estados Unidos, China, Corea del Sur e Irán.
En todos estos países se detectó una circulación importante del virus, por lo que la eficacia de la cuarentena se centraba en evitar su entrada. López explicó que este procedimiento aún es válido en el caso de vuelos de repatriación de venezolanos en otros países, que se habían quedado varados en medio de las prohibiciones de vuelos. Añadió que la intención es contener la transmisión desde personas sospechosas que porten el virus en fase incubación y no presenten síntomas.
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Distanciamiento social
Una de las normas mejor documentadas y avaladas por la OMS, adujo López. Es la que más aplica en el caso de prevención de cepas como la del COVID-19. Este método es válido para toda la población, a manera de precaución en todos los ámbitos.
Es decir, al estar en casa, al acudir a un centro de salud, o a un dispendio de alimentos y medicinas. Este aislamiento no impide realizar actividades sociales dentro de casa, pero con atención en la regla de un metro mínimo de distancia entre las personas.
Ambos especialistas insistieron en que la eficiencia de estas medidas de aislamiento es limitada, si no se acompañan de otras maneras de prevención. Destacaron la relevancia del lavado regular y correcto de manos. Además, señalaron que, sin una identificación oportuna de casos, es muy poco probable que se evite la transmisión.
