Te tardas, comes y te vas. Mire que llegar tarde sin ser bienvenido, para solo comer, tomarse unas fotos pa’l Facebook e irse así no más, pues no es nada «chulo», como dirían los mexicanos. Esa fue la impresión que dejó el presidente venezolano en México y la evaluación que en líneas generales hicieron muchos de la visita de Maduro al país azteca.
Un ráspalo, como decimos los venezolanos, pero un ráspalo involuntario porque hubiese querido entrar al Palacio de San Lázaro, en buena lid, con el reconocimiento de jefe de Estado con el que fueron recibidos todos los mandatarios presentes, incluyendo al presidente de Cuba, al presidente de Bolivia, y ya si no sabemos cómo le habría ido a Daniel Ortega, de Nicaragua, porque ese sí que fue más prudente y prefirió suspender la visita, no fuera a ser cosa que también lo chiflaran.
Este sábado, Andrés Manuel López Obrador fue investido como presidente de México en el Congreso de la Unión en Distrito Federal, momento en el que el mandatario reiteró que su gobierno tendrá una política exterior no intervencionista y de respeto a la autodeterminación de los pueblos y en el que saludó a los mandatarios de los distintos países americanos, del Caribe y europeos. El momento en el que mencionó a Nicolás Maduro, sin que este estuviese presente en la sede del Poder Legislativo mexicano, quedará para la historia…
Tendremos «buenas relaciones con todos los pueblos y gobiernos del mundo”, puntualizó López Obrador. Por eso, y aunque no pudo recibirlo en un Congreso en el que tiene mayoría, incluso siendo que su coalición electoral triunfó en casi todas las elecciones de gobernador de este año, lo que quiere decir que está «sobrado», es de suma importancia cómo se maneje con su oposición política, pues aunque puede desde ya avanzar sin tanto contrapeso, al final cualquier cosa que haga mal será de su entera responsabilidad y de la de su partido, Morena. Entonces el presidente de México quizás dijo, mejor «un paso a la vez».
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Pero Lopez Obrador sí recibió a Maduro y a su esposa en el Palacio Nacional Federal, sede del Poder Ejecutivo, donde posaron para la foto, prueba de que al menos en su despacho, bien protegidos, el líder de la revolución bolivariana y la primera combatiente sí pueden estar. Porque además recordemos que, al menos hasta ahora, la foto con el Papa Francisco no va porque esa reunión rebotó.
Pero AMLO sí es amigo e incluso habló de deseos de “trabajar juntos por la Patria Grande”. Después veremos con qué se come eso, si con las manos o con cuchillo y tenedor, habida cuenta de que si la Patria Grande incluye a la tríada Cuba, Nicaragua y Venezuela, pues ya Estados Unidos, el vecino más poderoso de México, la ha apodado «la troika de la tiranía».
Otra fotico pa’l feisbuk, aunque nada noticiosa, fue la de Maduro con los panas: Díaz-Canel y Morales. Algo escuálida la gráfica si pensamos en aquellos tiempos de Chávez en los que muchos hasta habrían entrado así fuera a presión para ver si resultaban favorecidos por aquella petrochequera a la que le quedó solo el talonario, sin si quiera el cupón para solicitar una nueva.
En lo que respecta a Maduro y el rechazo registrado, no solo en el Congreso sino también a las afueras de la sede del Poder Legislativo, como los monitos: como que no vio ni escuchó nada.
¡Qué capacidad la que tienen muchos de ver más allá de lo evidente, entre multitudes y cuando ni siquiera se le vio caminar por la zona más pobre del DF, en San Lorenzo de Tlacoyucán! Esa era antes la costumbre de los populistas de América Latina. ¡Como que se perdió!
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