La Guaira.- José Manuel Olivares camina Maiquetía en busca de una empanada. Asegura que luego de tres años de exilio, esa fue una de las cosas que más extrañó, una empanada guaireña. Camina Maiquetía, la parroquia que lo vio nacer y donde está ubicada la fundación que mantiene desde hace 11 años y que dirige su madre, Lucía Marquina, «Manos para Vargas», un espacio que es visita obligada en estos primeros días en el país.
«El exilio no es fácil. No hace falta que yo lo diga, hay millones de venezolanos que saben de lo que hablo. En mi caso fue por las amenazas que recibió la madre de mi hijo», explica Olivares en entrevista exclusiva para El Pitazo.
Olivares emigró en 2018. En ese momento, su hoy exesposa Jofreny González era buscada por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). La familia decidió cruzar la frontera hacia Colombia con su hijo recién nacido.
Hoy el riesgo sigue, pero para el médico oncólogo su lugar está aquí, junto a sus padres y su hijo Francisco. «Tomé una decisión, que fue asumir el riesgo. Claro que tengo miedo, pero estoy seguro de que mis sueños y mis valores son más importantes. Hay mucha apatía, pero yo no soy de quedarme de brazos cruzados».
Su búsqueda del manjar popular lo lleva a saludar a personas, a recibir abrazos espontáneos y la pregunta obligada: las razones de su regreso. «Yo vine a construir. Así de sencillo. No es un tema de candidaturas exclusivamente. No he negociado con nadie. Es público y notorio que están pasando cosas en el país. Se ha abierto una rendija para la lucha democrática y yo tomé una decisión personal, asumí el riesgo de volver porque yo vengo a construir. Regresé para recuperar el poder del voto».
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Sobre sus posibles aspiraciones a la gobernación de Vargas su respuesta es comedida. «Si mi nombre suma para reconstruir y suma para devolver la esperanza al guaireño, pues estoy dispuesto. Me entusiasma la recuperación de la tarjeta de la Unidad, con esa tarjeta logramos el triunfo en las parlamentarias del 2015. La gente siente hastío. El oficialismo se convirtió en una estructura de desprecio a los problemas de la gente. Nosotros tenemos que ser la opción que apuesta al futuro».
Si de algo no puede separarse Olivares es de su rol de médico. Las personas que lo ven le hacen consultas inmediatas. Él atiende y responde halagos y reclamos. «La política no puede estar por encima del sufrimiento del ciudadano. A los venezolanos que no tienen esperanzas les digo que muchos estamos trabajando para construir una opción. Si está molesto o decepcionado, tiene razón, nos hemos equivocado, pero hay que destacar que ha sido una lucha desigual entre el oficialismo y la oposición. Quizás nuestra mayor valía es que no vamos a abandonar la lucha. Por lo menos yo no lo haré».
