Un comunicado suscrito por los gobiernos integrantes del Grupo de Lima repudia «las continuas prácticas de detenciones arbitrarias y torturas a la que el régimen ilegítimo de Nicolás Maduro somete a quienes considera sus opositores» en Venezuela. Los países que integran el grupo exhortan a la comunidad internacional, y en específico a la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que representa Michelle Bachelet, «a actuar sin dilación» para que los derechos sean restablecidos y su integridad protegida.
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Los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía y Venezuela, miembros del Grupo de Lima, condenan en este acto el asesinato del capitán Rafael Acosta Arévalo por lo que expresan «pesar y solidaridad a su familia».
El capitán Acosta Arévalo fue capturado por hombres armados el 21 de junio y presentado ante un juez siete días después, el 28 de junio, con visibles signos de tortura. La gravedad de su estado de salud llevó al juez a remitirlo a un centro hospitalario, donde falleció este 29 de junio.
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