“Quién iba a asistir a una vigilia después de estar todo el día llevando sol para esperarlos”, se preguntaba el dueño de un comercio ubicado a pocos metros del Palacio de Miraflores. La convocatoria del presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, de hacer una vigilia a partir de la noche del 23 de enero para defender a Nicolás Maduro, no fue tomada en cuenta por los oficialistas.
Ni en la noche del 23 ni durante el día del 24. Solo funcionarios de la Guardia Nacional custodiaban el lugar que Cabello pidió resguardar de forma popular. Desde la plaza O´Leary, el segundo del oficialismo propuso acompañar al gobernante, luego de que Juan Guaidó se juramentara de forma simbólica como presidente encargado de Venezuela, como parte de la restitución de la democracia.
“El que quiera ser presidente, que nos venga a buscar a Miraflores”, dijo Cabello durante su discurso en compañía de los dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela. Y aunque algunos militantes asintieron, otros no quedaron convencidos ni siquiera de subir al balcón del pueblo, donde también los convocaron al terminar esa concentración “por la patria”.
Los soldados que controlan la entrada y salida del personal preguntaban cuál vigilia se haría en el Palacio Blanco. “Hasta donde yo sé, se hará uno en el cuartel de la montaña, pero no sé si hoy o mañana”, respondió uno de ellos.
El Pitazo se trasladó hasta donde reposan los restos de Hugo Chávez para corroborar esta información. Sin embargo, los militares que se encontraban en la entrada del cuartel de la montaña, en el 23 de Enero, se preguntaban extrañados entre sí por la vigilia.
“No sabemos nada de vigilia”, reiteraban.
Un dirigente del Psuv aseguró a El Pitazo que la actividad solo estaba prevista para la noche del 23 de Enero.
