La alta comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Michelle Bachelet, dio un balance de su visita al país en el aeropuerto Internacional de Maiquetía, poco antes de salir de Venezuela.
La expresidenta de Chile repasó la agenda que realizó en Caracas, que incluyó encuentros con Nicolás Maduro y altos funcionarios de su gobierno; con Juan Guaidó y otros diputados de la Asamblea Nacional; con organizaciones civiles, gremios y víctimas de violaciones a derechos humanos.
Relato que conversó con familiares de victimas de ejecuciones extrajudiciales por parte de la Faes y de manifestantes asesinados durante protestas; también con la madre del joven que murió tras ser quemado vivo en las protestas de 2017, y el hijo de un líder campesino asesinado por luchar por los derechos de propiedad de la tierra.
“Fue profundamente doloroso el anhelo de los familiares por obtener justicia por graves violaciones de los derechos humanos (…) Sus historias son desgarradoras, todos demandan justicia”, expresó.
Bachelet dijo que logró que el gobierno de Nicolás Maduro se comprometiera con dar acceso al Alto Comisionado a los centros penitenciarios del país; además de permitir conversar con todos los ciudadanos encarcelados. Exhortó al gobierno a liberar a todos los detenidos por motivos políticos.
Resaltó que pese a su partida, acordó crear una oficina con dos oficiales de DD. HH. de la ONU que tendrán la tarea de proveer asistencia y asesoría técnica en la materia.
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«Soy consciente que hay muchas más familias con las que no me he reunido (…) Es importante que haya justicia para todos ellos, sean del color que sean», dijo.
Crisis en Venezuela
“Todos me han transmitido cómo la situación humanitaria se ha deteriorado de forma extraordinaria”, dijo Bachelet a propósito de la grave crisis que se vive en Venezuela.
Bachelet no evitó hablar de la situación social, económica y sanitaria en el país. Se mostró preocupada porque las sanciones internacionales al gobierno de Maduro empeoren la situación.
«He escuchado como muchos venezolanos, a pesar de tener un empleo, no les alcanza para adquirir lo que necesitan».
Habló sobre la escasez de medicinas e insumos médicos, la falta de anticonceptivos, el éxodo de profesionales de la salud, la calidad del agua y el deterioro de los pacientes con enfermedades crónicas.
Llamado al diálogo
Por último, Bachelet pidió que todos los actores políticos puedan incorporarse a una mesa de diálogo en la que se busquen soluciones a la crisis.
“He apelado a todos los líderes políticos para que participen constructivamente a través de Noruega”, añadió.
