Cumaná.- Unos 450 vendedores informales agrupados en la Asociación de Buhoneros Antonio José de Sucre exigieron a la Alcaldía de Cumaná, estado Sucre, que les permitan trabajar en el centro del municipio.
Los buhoneros pidieron a las autoridades que los dejen retomar sus labores comerciales en las calles Bermúdez y Mariño durante diciembre para recuperar parte de las pérdidas dejadas por la pandemia del COVID-19.
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Roselia Salazar, quien tiene más de 20 años como vendedora, aseguró que estos padres y madres de familia no tienen como llevar el sustento de sus hijos a diario porque depende de las compras que realizan los usuarios.
Señaló que estar trabajando ubicados en las calles transversales del centro de la ciudad y eso dificulta las ventas. “La situación en el país es muy difícil y hay muchos buhoneros que están pasando hambre y necesidad”, agregó Salazar.
Por su parte, Jhonny Azocar, vocero de los pequeños comerciantes, indicó que estos trabajadores respetaron los acuerdo sugeridos por el gobierno local en medio de la pandemia y con la flexibilidad anunciada por el gobierno es necesario que vuelvan a sus lugares de trabajo para comprarle los estrenos del 24 y 31 de diciembre a sus hijos.
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Mientras los comerciantes informales en Cumaná reclaman sus derechos y no tienen fecha para regresar a sus labores en las calles Bermúdez y Mariño, sus colegas se instalaron en el centro de Carúpano, estado Sucre, a partir del 1 de diciembre.
Una de las vendedoras, quien omitió su nombre por temor a represalias en su contra, expresó que el Gobierno de Nicolás Maduro eliminó la cuarentena radical el mes de diciembre y se activaron automáticamente todos los sectores económicos del país, menos en el estado Sucre.
