95% de las estaciones de gasolina en la zona norte de Anzoátegui están cerradas. Foto: referencial.
Barcelona.- El limitado alcance que han tenido los venezolanos al combustible desde que se decretó aislamiento social y cuarentena, a nivel nacional el pasado 13 de marzo, mantiene en zozobra a los conductores de todo el país. Dirigentes sindicales del sector petróleo aseguran que el escenario va a empeorar.
El director ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), en el estado Anzoátegui, Eudis Girot, informó al equipo de El Pitazo, este miércoles 8 de abril, que el desabastecimiento de gasolina se extenderá y pronosticó días turbios en el territorio nacional.
“Los tanques de almacenamiento de combustible ya están en rojo, es muy poco lo que queda en almacenamiento y por ahora ningún buque llegará a Venezuela porque las condiciones sanitarias y de seguridad no están dadas”, detalló Girot.
Para el representante sindical es preocupante saber que desde finales de febrero del presente año no ha llegado ningún buque al muelle de Guaraguao, ubicado en la bahía de Pozuelos, lugar donde se recibe el combustible que se distribuye en la región oriental del país.
“El buque Payoner trajo un aproximado de 750 mil litros de combustible en tres viajes que realizó entre enero y febrero, y un último buque trajo unos 200 mil litros a finales de febrero, pero esto no es suficiente para abastecer a la población”, resaltó.
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Eudis Girot informó que el combustible que llega a Venezuela fue adquirido en Curazao, India, Italia y Rusia. Resaltó que hasta ahora existe muy poca probabilidad de que algún buque llegue a los muelles para su pronta distribución.
“Estamos a punto de un colapso nunca antes visto en la historia, tomando en cuento que aún existen bandas dedicadas al tráfico de combustible. Es una vergüenza que en Venezuela no tengamos la capacidad para producirlo. Llegará el momento que no tendremos combustible ni para los privilegiados”, dijo Girot.
El dirigente sindical resaltó que Venezuela cuenta con las refinerías de Puerto La Cruz, El Palito y Amuay, las cuales tienen capacidad de producción de 1.200 barriles de petróleo y actualmente están paralizadas por el deterioro que en su totalidad registran.
Mientras que algunos conductores como Armando Sosa cuentan ni los salvoconductos entregados al sector salud, seguridad, productores y personas oficial han servido para garantizar el abastecimiento de quienes prestan sus servicios durante la cuarentena decretada para prevenir el contagio de COVID-19.
“Todo se ha convertido en una mafia, aquí el que quiere tener gasolina debe pagar $ 1 por cada litro a revendedores que no se sabe si están vaciando sus tanques para sobrevivir en estos días o están creando un mercado paralelo en el que los más beneficiados son los efectivos castrenses”, aseguró.
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