Carúpano.- En el principal centro de abastecimiento y consumo de Carúpano, estado Sucre, el precio de la carne de cerdo subió el doble desde hace menos de dos semanas, cuando se cotizaba en Bs. 80 mil. Ahora se encuentra entre Bs. 170 mil y 250mil, situación que alarma a los habitantes que mantienen la tradición de hacer el plato navideño con hallaca de carne de cochino y hornear el pernil del cerdo.
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Mediante un sondeo realizado por El Pitazo a vendedores de carne de cochino, estos manifestaron que la venta ha disminuido en 80% con respecto al año pasado, situación que los preocupa porque demoran hasta una semana en vender un cochino pequeño.
Con 30 años como vendedor de carnes en el mercado, Andrés Hurtado manifiesta que este ha sido uno de sus peores años, porque los clientes no compran la carne de cochino debido a los altos precios. “Yo la estoy vendiendo como barata en Bs. 170 mil y hay quien la ofrece mucho más cara; las ventas han estado pésimas porque las personas no tienen factibilidad para comprar. Estarán esperando su petro, que no se para qué alcanzará”, añadió.
Los vendedores que tienen hasta más de cuarenta años laborando en las instalaciones destacan que las personas no cuentan con el dinero para adquirir un pernil de cochino de 10 kilos, como en otros años. “La gente está limpia, no tiene suficiente dinero para gastarlo en un pernil. Las condiciones económicas en Carúpano son precarias y nos están perjudicando considerablemente. Un cochino de 40 kilos lo vendo en una semana”, expuso el vendedor Juan Peña.
Los carniceros varían en el precio de las carnes. Destacan que todo depende de cómo se cotice el dólar al cambio en el día y cómo se lo coloquen el matadero municipal, porque hasta la fecha las autoridades no han regulado el costo de la carne.
“Los precios están súper elevados porque los carniceros tenemos que pagar el aumento del dólar y la inflación del matadero. El dólar aumenta hasta cuatro veces en el día y entonces son cuatro precios diarios y eso perjudica las ventas. Esperamos que las autoridades tomen control en el matadero para que los precios se controlen”, aclaró.
Descontento
Los vendedores también denunciaron las malas condiciones de las instalaciones, destacando que los pisos están colapsados y se forman pozos de aguas estancadas, lo que genera malos olores y descontento entre los clientes.
“Yo tengo más de treinta años vendiendo pollo aquí. ¿Cómo es posible que pasen autoridades nacionales, regionales y locales y nadie repare el piso de la venta de carne? Esto cuando llueve es horrible porque los olores se concentran en los huecos. Además el agua de carne y pollo se queda en esos huecos y genera olores desagradables para todos los que estamos en el mercado”, aclaró la vendedora Miriam Alfonzo.
