Comerciantes informales protestaron para que los dejen trabajar en Cumaná

Los vendedores informales protestaron en la calle Bermúdez de Cumaná | foto: Joanne González

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Cumaná.- Pequeños comerciantes, agrupados en la Asociación de Buhoneros Antonio José de Sucre, protestaron pacíficamente durante la mañana de este lunes 4 de abril, en la calle Bermúdez de Cumaná. “Queremos trabajar”, era la consigna que gritaron las mujeres y hombres para exigirle al alcalde Luis Sifontes que les permita reiniciar las ventas en el centro de la capital del estado Sucre.

La asociación agrupa a más de 400 personas que laboran a diario en las calles Bermúdez y Mariño de Cumaná. Su presidenta, Lisbeth Bigott, indicó que el grupo necesita vender su mercancia para llevarle comida a sus hijos. “Estamos quebrados, tenemos hambre, ¿Qué más podemos aguantar? Si no nos mata el coronavirus, nos va a matar el hambre. Vamos para dos meses sin trabajar y el gobierno pidiendo que nos quedemos en casa”, denunció la líder de los buhoneros.

Bigott aseguró que sus compañeros no reciben los bonos ofrecidos por el Ejecutivo nacional. “¿Quién vive con 450.000 bolivares, cuando un cartón de huevos se comercializa en 840.000 bolívares?”, se preguntó.

Luis Azócar, un vendedor informal, denunció que debido a las medidas aplicadas por la Alcaldía de Cumaná para evitar la propagación del COVID-19, un grupo de sus compañeros fueron reubicados en las instalaciones del mercado municipal para trabajar durante la cuarentena y ahora, la administración del recinto quiere cobrarles entre 5.000 y 7.000 bolívares.

“Reunir ese dinero es difícil para quienes venden bolsitas de café y azúcar. Con las ventas que hacen los buhoneros diariamente solo alcanza para comprar algo de comida”, afirmó Azocar, quien aseguró que los buhoneros han cumplido con todas las reglas y medidas impuestas por el ayuntamiento cumanés para evitar el COVID-19. “Queremos instalarnos los martes, los jueves y los sábados con nuestras mesas o puestos de trabajo, solo ocupan entre dos y tres metros. Somos revolucionarios, pero el hambre nos pega en el estómago”, enfatizó.