Cada tres meses llega agua al sector Los Cocos de Margarita

Porlamar.- En medio de la cuarentena establecida por el gobierno de Nicolás Maduro, los habitantes del sector Los Cocos en Porlamar, municipio Mariño, sufren la falta de agua. De acuerdo con una denuncia formulada el sábado 4 de abril por Ana Castellanos, habitante de esta comunidad, la comunidad tiene 90 días sin el servicio.

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«Tenemos tres meses sin agua potable y lo peor es que cuando se dignan a ponerla, entonces llega de madrugada y ya a las seis de la mañana la quitan, o sea que ni cuatro horas duramos con el servicio», señaló la vecina. Mencionó que el líquido no llega con presión y por eso deben utilizar bombas, para por lo menos llenar medio tanque o las pimpinas.

«¿Cómo las autoridades nos exigen que cumplamos con las medidas sanitarias si ya tenemos tres meses sin agua? Menos mal que vivimos a orillas del mar y por lo menos de allí buscamos para usarla para los baños. Así, de verdad, no se puede vivir. Los ancianos y los niños tienen que salir de madrugada a cargar agua desde Cerrocolorado«, indicó.

Otro de los problemas que padecen en esta comunidad porlamarense es la falta de alumbrado público. «Aquí no hay necesidad de un toque de queda ni de una cuarentena por coronavirus, pues desde hace meses ya vivimos encarcelados en nuestras casas en vista de la oscuridad que reina y, por supuesto, la inseguridad que nos acecha valiéndose de la falta de luminarias», manifestó Armando Moya, vecino.

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Los habitantes sienten que las fallas en los servicios públicos cada vez se acrecientan y ninguna autoridad gubernamental les da una solución. «Ellos se llenan la boca diciendo que tienen todo controlado, cuando en realidad existen poblaciones que estamos sufriendo mucho, ya que no tenemos agua, alumbrado, aseo urbano y tampoco alimentos. Exhortamos a quien hoy gobierna a que realmente vea la triste realidad que vivimos a orillas del mar y nos den soluciones, pues nosotros también somos venezolanos«, manifestó Moya.

En esta comunidad, los vecinos temen que de continuar sin agua y sin el aseo urbano la enfermedad del coronavirus afecte a cualquiera de los residentes. Los pobladores dicen, además, que solo están en manos de Dios, que es quien los protege.