Modos de afrontamiento en tiempos difíciles

Por Karina Monsalve

En este momento vivimos una situación de permanente agresión contra el psiquismo, son tiempos difíciles para la salud mental de cualquier ciudadano, por el confinamiento impuesto, la incertidumbre y los problemas económicos, sin embargo, muchos son los patrones de afrontamiento que podemos utilizar las personas para hacerle frente a estas circunstancias de crisis.

En términos psicológicos, el afrontamiento denota formas de manejar las situaciones que puedan generar estrés en el individuo, con las que busca tolerar, minimizar, aceptar, o ignorar aquello que sobrepasa sus capacidades. De allí que el afrontamiento forma parte de los recursos psicológicos y psicosociales que la persona utiliza para hacer frente a situaciones estresantes como las que estamos viviendo en la actualidad.

En entregas anteriores destacamos los factores psicosociales que padecemos los venezolanos en la actualidad y a los que nos venimos enfrentando desde hace algunos años. Muchas personas han desarrollado habilidades para manejar y lidiar con ellos, sin embargo, las circunstancias agravadas de la cuarentena prolongada, la falta de gasolina y la precariedad económica hacen que psicológicamente tengamos que recurrir a otros recursos que van más allá de nuestro propio sentido  común.

En esta oportunidad haremos un recorrido por los distintos modos de afrontamiento que podemos utilizar para hacer frente  a las circunstancias actuales.

En primer lugar, una vez que hay un juicio cognitivo sobre si estos sucesos ambientales están representando un daño, una amenaza o un reto al bienestar general del individuo, es necesario recurrir a las medidas de autocuidado básicas (comer sano, hidratarse, bañarse, dormir completo,  etc,) que generalmente son producto de los propios recursos o habilidades de la persona. 

Recurriremos luego hacer uso de nuestro control cognitivo, es decir, a la capacidad de reducir el estrés generado por la situación externa, pensando de manera asertiva, evaluando la situación y sus consecuencias.

Puede recurrir a escribir los pensamientos, de alguna manera esta acción llega hacer terapéutica ya que le dará orden a sus ideas. 

Hacer una lista de los beneficios con los que cuenta, esto le permitirá visualizar los recursos que se tienen a mano. También es ideal que liste las tareas de su día, así podrá organizarse mejor. 

Encontrar un objetivo, una finalidad o el sentido de lo que estamos viviendo. Este sentido será el que nos ayudará o impulsará a superar la situación de dificultad. Se puede encontrar un sentido en el sufrimiento, ya que la vida bajo todas las circunstancias y condiciones tiene sentido. 

Dar continuidad a la rutina que se ha establecido con flexibilidad cognitiva. El establecimiento de la rutina diaria que nos hemos planteado desde hace ya más de dos meses no puede ser rígida si le genera estrés, tener flexibilidad cognitiva Implica recurrir a otras estrategias que hasta ahora no ha usado o no ha consentido.  En vez de quedarnos estancados en un mismo pensamiento o conducta, debemos buscar otras alternativas, cambiar el foco en lo que le genere bienestar.   

Expresar los sentimientos y pensamientos reducirá los estragos que produce en la psique y en el cuerpo la inhibición de ellos.

Mantener la capacidad de disfrute. Buscar los espacios de recreación, actividades placenteras, mantener los vínculos afectivos y momentos de esparcimiento. Este espacio es particular de cada individuo, cada persona tendrá su manera y actividad propia, para distraerse de su realidad por momentos.

Ejercitar técnicas de respiración y relajación cuando sienta que no puede controlar un momento agudo de estrés. Tomarse el tiempo para calmarse  le facilitará las acciones  y actitudes siguientes.  

Realizar acciones grupales. Si bien en el confinamiento no podemos hacer actividades grupales presenciales, las podemos generar virtualmente o en los pequeños grupos de familia. La retroalimentación dada por el intercambio de ideas en las discusiones en grupo nos invita a comprar nuestras circunstancias, valorarlas, encontrar otras ideas y ser más tolerantes con las diferencias y la situación en sí. 

Buscar el apoyo social, es decir, de su comunidad, de un familiar o de un amigo,  puede considerarse un recurso sólido de afrontamiento en tanto funciona como amortiguador y reduce el impacto del estrés generado por esta situación.

Buscar orientación profesional de psicólogos o psiquiatras, es el recurso más seguro si siente que la situación lo abruma y no puede manejarlo. 

Karina Monsalve es psicólogo clínico del Centro Médico Docente de la Trinidad.  IG: @psic.ka.monsalve. TW: @karinakarinammq