Tres profesionales de la salud murieron por COVID-19 en el estado Zulia, según registra el gremio regional de la salud y que ha visibilizado cada vez que ocurre un deceso. Este 22 de junio ocurrió el último hecho.
Se trata del exdirector del hospital Universitario, Samuel Viloria, que falleció el pasado 15 de junio, de la médica Solanger Escandela, el pasado 20 de junio, y de la enfermera Keila Molaya, el 22 de junio.
Las informaciones las dieron a conocer los representantes de los gremios de salud en Zulia: El Colegio de Médicos presidido por Dianela Parra y el Colegio de Enfermería presidido por Hania Salazar.
En redes sociales también denunciaron la muerte de la doctora Marisela Ramírez, pero de ella no ha habido pronunciamiento público de las autoridades del gremio.
Ninguno de estos fallecimientos está en las estadísticas de muerte por COVID-19 que han declarado ni los funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro, ni en las ruedas de prensa o alocuciones del gobernador del estado Zulia, Omar Prieto.
La enfermera Molaya trabajaba en el Hospital Militar. La presidenta del Colegio de Enfermería publicó una nota de duelo en la que lamentaba que los profesionales de la enfermería “no tienen equipos de protección personal y el COVID-19 mata”. De Molaya dijo que amaba su profesión, “hasta morir”.
Sobre Viloria se conoció que falleció en la madrugada y que en la tarde del día anterior había entrado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Maracaibo, donde fue director los años 2015, 2016 y 2017, durante la gestión del exgobernador de Zulia, Francisco Arias Cárdenas.
Antes había trabajado en la directiva del hospital Adolfo Pons y fue director de Salud del municipio Maracaibo durante la gestión del exalcalde Gian Carlo Di Martino.
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El día de la muerte de Viloria, las fuentes médicas dijeron que “no superó las complicaciones del virus”. El médico tenía un riñón transplantado y era diabético.
El 20 de junio murió la doctora Solanger Escandela. La junta directiva del Colegio de Médicos publicó una nota de duelo en la que señalaron que la muerte era “atribuible al COVID-19”.
Escandela murió en el Hospital Militar de Maracaibo, donde trabajaba. Era pediatra y sus compañeros y colegas la recuerdan como una profesional entregada, solidaria y dedicada.
“Demostró su vocación de servicio hasta el último día de su vida en el cumplimiento de su deber, ejemplo de abnegación y entrega a su profesión”, señalaron en el texto.
Cuarenta y cuatro enfermos
En un comunicado del Colegio de Médicos de Zulia los galenos publicaron el pasado 21 de junio una cifra de profesionales de la salud contagiados por COVID-19.
En uno de los puntos aseguran que “hay 44 médicos contagiados y de los cuales a la fecha han fallecido dos y dos se encuentran en UCI”. Para ese momento solo contaban la muerte de Viloria y de Escandela.
Declararon Alerta Roja por los 600 casos positivos en las pruebas rápidas de las que habló el alcalde de Maracaibo, Willy Casanova, y pidieron que “exista mayor compromiso de cuidados por parte de la comunidad y mayor responsabilidad para la atención de la epidemia por parte de las autoridades sanitarias”.
