Familiares denuncia que los reclusos no reciben atención médica oportuna en el comando. Foto: Johana Prieto Andrade
San Felipe.- La noche de este sábado, 4 de julio, falleció en sala de emergencia del hospital de San Felipe un reo de la Comandancia General de la Policía del estado Yaracuy, identificado como Yorbys Suárez, luego de ingresar con un cuadro respiratorio severo, producto de una tuberculosis que contrajo dentro de la celdas de la prisión.
Familiares de los detenidos, al conocer la muerte del joven de 22 años, solicitaron al Ministerio Público otorgar la boleta de traslado a otras penitenciarías, pues señalan que sus parientes se están enfermando debido a la sobrepoblación que existe dentro de los calabozos del centro policial.
La pariente de un recluso, quien prefirió no ser identificada por temor a represalias contra su hermano, dijo a El Pitazo este 6 de julio: «Las condiciones en la que conviven los detenidos en la Comandancia de Poliyaracuy no son las más óptimas, ya que los calabozos carecen de techo, agua y suficiente luz».
Aseguró que el número de privados de libertad sobrepasa la cantidad de personas que debería albergar la sede, que dejó de ser un lugar de arresto preventivo o momentáneo para convertirse en un lugar de permanencia continua.
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Ana Yustis, familiar de un privado de libertad, señaló que la comandancia alberga a más de 1.200 detenidos, cuando su capacidad no supera a las 600 personas.
«Estamos hablando de que existe sobrepoblación y esto lo sabemos por nuestros propios familiares que nos explican que duermen y comen de pie porque no tienen espacio», dijo.
Asimismo, señaló que, debido al hacinamiento, los reclusos contraen enfermedades como la tuberculosis, hepatitis y escabiosis, las cuales en algunos casos llegan a ser mortales, por no vivir en un espacio con las condiciones adecuadas de higiene ni recibir atención médica de manera oportuna.
«A nuestros familiares los asisten médicamente cuando ven que ya están moribundos. Sabemos que si están detenidos es porque cometieron un error, pero debemos recordar que ellos también son seres humanos y deben respetarse sus derechos», dijo Yustis.
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