Punto Fijo.- En Carirubana se quedaron esperando el regreso de «Chiche Smith» a la localidad. El hombre fue detenido el pasado 2 de abril y es señalado por el Ministerio Público por los delitos de tráfico de estupefacientes, legimitación de capitales, abuso sexual a menores y asociación para delinquir. Pese a estos señalamientos los residentes de Carirubana aseguran que era conocido en la zona por realizar labores sociales y ayudar a los habitantes de la comunidad.
En abril de 2020, la Guardia Nacional llevó a cabo un procedimiento contra el Cartel de Paraguaná que presuntamente encabezaba Emilio Enrique Martínez, un hombre nativo del pueblo pesquero de Carirubana, igual que el gobernador de Falcón, Víctor Clark; que aunque se criaron en la localidad migraron a otras zonas.
En el procedimiento que duró unos tres meses y que se extendió hasta el estado Carabobo, hubo 13 detenidos solo en el estado Falcón, acusados de testaferros de este grupo delictivo. La Guardia Nacional decomisó carros, camionetas, motos, camiones cisternas, maquinaria prestada, ambulancias y cerraron comercios, entre ellos bodegones y carnicerías que estaban ligadas al grupo de narcotráfico.
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Durante las actuaciones hubo tres detenidos de la familia Smith; Héctor Antonio Martínez, quien era el presidente de la fundación que crearon en Carirubana para ayudar a las familias, fomentar el deporte y cambiarle el rostro a la comunidad; María Virginia Martínez Vázquez, sobrina de Chiche Smith, médico de profesión y encargada de la restitución del ambulatorio de la comunidad y de su funcionalidad y Albys María Vázquez.
Los tres fueron presentados ante el Ministerio Público por legimitación de capitales, tráfico de sustancias estupefacientes y psicotrópicas y asociación para delinquir.
María Virginia Martínez falleció el 2 de agosto en la clínica La Familia en Punto Fijo, donde estaba recluida desde hacía varios meses por presentar problemas con el embarazo y estando en el lugar, se contagió de Covid-19 lo que terminó causándole la muerte. Pese a que el operativo duró varios meses, el gobierno de Nicolás Maduro nunca explicó el hecho y tampoco dio detalles de todo lo incautado durante los operativos.
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Ante los ojos del Gobierno regional y municipal, la familia Smith creó una fundación en la población de Carirubana, llamada «Carmen Virginia Martínez», el nombre de la madre de Emilio Enrique, que aunque tenía muchos años que había salido de la comunidad, siempre buscó la manera de ayudar económicamente a sus vecinos de toda la vida.
Durante unos tres años, la fundación reparó las calles agrietadas, reparó las aguas negras regadas en la comunidad, recuperó el ambulatorio y lo dotó, limpiaron los cerros y las entradas a la comunidad, recuperó el gimnasio de lucha de la comunidad que volvió a abrir sus puertas y atendía a casi 100 niños que recibían mensualmente una bolsa de alimentos y todos los implementos para practicar el deporte.
Carirubana en tres años ya tenía otro rostro, la limpieza de sus calles, plaza y hasta de las orillas de playa, cambiaron también el sentir de la ciudadanía, que ahora tenían un protector que aunque no le conocían la cara, se encargaba de los casos sociales, de la atención de los enfermos y de dar alimentos de primera calidad a todas las familias. Esto fue suficiente para que, cuando la Guardia Nacional llegara a desvalijar la fundación, la comunidad exigiera que se dejarán los bienes que eran de la localidad, sin embargo con equipos antimotín el Comando Antidrogas de la Guardia Nacional se llevó todo lo que había en el lugar.
Cuando comenzaron a darse las detenciones de las personas que eran las caras de la fundación, los habitantes de Carirubana también salieron en su defensa y exigían que les otorgaran la libertad y daban como excusa que estás personas hacían más por la comunidad que los propios gobernantes. Poco a poco la situación se fue calmando.
Ya no había quien limpiara las calles ni adecuara los espacios. Aquellos casi 1.000 empleados que tenía la fundación, todos habitantes de Carirubana, trabajaron un tiempo a honores, pero la necesidad y el hambre volvieron a tocar a sus puertas y les tocó buscar empleos para poder llevar el sustento a sus hogares.
A un año de aquella revuelta en la población de Carirubana, sus habitantes esperaban que la ayuda de «Tío Chiche» como es conocido, volviera a llegar, pero eso no pasó, se quedaron esperando, principalmente los alimentos que acostumbraban a repartir casa a casa todos los meses, así como en diciembre hicieron falta los regalos que dio a niños y adolescentes que eran de marcas americanas y de acuerdo a cada edad.
Ivette Díaz, habitante de la comunidad, dijo que todo lo que hizo la fundación estaba bajo la mirada de los gobernantes. «Carirubana estuvo así de bonita gracias a los Smith, no por el gobierno. Tremendas bolsas de comida nos daban que no se le parecían en nada a las del Clap. Los niños que estaban desnutridos, los ayudaron. Eso no lo dicen ahora, ahora nadie conoce a tío Chiche», dijo.
Romelia Rojas, habitante de Carirubana recordó que en su casa la situación económica había mejorado con la llegada de la fundación, ya que estaban trabajando y además les ayudaban con algunos beneficios como alimentos, uniformes y deporte para sus hijos. Lamentó que el gobierno de Nicolás Maduro después que se benefició de la fundación,ahora hacen que no lo sabían.
«Ellos aquí salían en los medios, todos los arreglos que se le hizo a Carirubana eran notables, todo el mundo los veía, no pueden decir lo contrario. Qué falta le hace la fundación a Carirubana, porque nosotros no contamos con el gobierno», concluyó.
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