Estudiantes del Decanato de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado se alumbran con sus teléfonos en clases. Foto: Cortesía Jesús Suárez
Barquisimeto.- Las fallas de servicios básicos ponen en riesgo la continuidad académica en los siete decanatos de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (Ucla) en el estado Lara.
El presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Ucla, Jesús Suárez, indicó que en tres sedes no hay suministro de agua por tuberías y se agudizó el racionamiento eléctrico en el Decanato de Ciencias Económicas y Empresariales, ubicado en el este de Barquisimeto.
“El régimen se empeña en acabar con las oportunidades de la comunidad universitaria. No le bastó con quitarnos el presupuesto, las providencias sino que ahora nos ataca con los servicios básicos. En el Decanato de Ciencias Económicas y Empresariales hemos evidenciado cómo profesores y estudiantes han tenido que terminar sus clases o presentar evaluaciones a oscuras, con las linternas de sus teléfonos, para evitar retrasos en este período académico que debería finalizar en marzo”.
Más de 600 estudiantes de Administración, Contaduría y Economía están perjudicados por los cortes eléctricos en el horario nocturno. Esta cifra representa el 40% de la matrícula del Decanato de Ciencias Económicas y Empresariales donde imparten tres carreras de pregrado y más de siete postgrados.
El racionamiento eléctrico en el turno más concurrido puede extenderse por tres o cinco horas diarias.
“Eliminar el horario nocturno sería arrebatar una oportunidad de formación”, advirtió Suárez. “¿Cómo hacen los estudiantes para estar en clases a tiempo completo sin comedor o transporte?”, se preguntó.
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Aparte del racionamiento eléctrico, el dirigente estudiantil manifestó que la iluminación en las instalaciones de la Ucla es deficiente. La Encuesta de Condiciones de Vida de la Población Universitaria en el estado Lara realizada por el Observatorio de Universidades en 2019 arrojó que el 65% de los estudiantes de la entidad reciben clases en aulas con mala iluminación.
Por otra parte, los salones, oficinas y laboratorios son desmantelados por la delincuencia. Según el departamento de seguridad y vigilancia de la institución, en enero se registraron siete hurtos en la sede de Ingeniería Agroindustrial, núcleo Obelisco y núcleo Tarabana.
“El régimen acorrala a la universidad para que tenga que cerrar sus puertas, pero hoy los estudiantes seguimos firmes, con el compromiso de formarnos porque somos el único espacio que no se ha doblegado”, digo Suárez.
Alertó que hay grupos de estudiantes, apoyados por el Gobierno, que buscan desacreditar los esfuerzos de los centros estudiantiles en pro de la institución.
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