El alcalde Olegario Martínez dijo que hay dos casos de contagio por COVID-19 en Rosario de Perijá. (Cortesía Panorama).
Por Johandry Andrea Montiel, con información de Alexandra Torres.
El alcalde del municipio Rosario de Perijá, Olegario Martínez, informó de dos casos positivos de COVID-19 en la localidad, por lo que anunció que serán extremadas las medidas de prevención para evitar la propagación del coronavirus.
El mandatario local hizo el pronunciamiento este 22 de mayo a través de su programa de radio. Detalló que las personas infectadas por coronavirus llegaron al municipio desde Bogotá, Colombia. Una tiene 61 años y sobre la otra dijo que “es un poco más joven”, pero no ofreció más detalles.
«Debo anunciar en este momento, que nosotros tenemos dos personas contagiadas procedentes de la ciudad de Bogotá. Ya se les está aplicando el tratamiento desde el día de ayer”.
Las personas contagiadas están en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) de Ilapeca. “Se está acondicionando el área y se va a colocar un aire acondicionado para hacerle el tratamiento a estas personas que están asintomáticas”, dijo Villalobos
Otra de la información que precisó el mandatario municipal es que en La Villa del Rosario hubo un caso de contagio y la persona ya se recuperó.
Hasta el momento, fuentes médicas oficiales no han declarado sobre estos casos. Señaló Villalobos que en el municipio se habían flexibilizado las medidas de la cuarentena, como, por ejemplo, que los que los trabajadores informales continuaran laborando.
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A través de las redes sociales, dirigentes de gobierno municipal, informaron también sobre la presunta presencia de otros dos casos confirmados, todos estos, procedentes del exterior y detectados en el Centro de Refugio Julio Cesar Salas.
En total, se trataría de cuatro pacientes, tres mujeres y un hombre que fueron trasladados al CDI Ilapeca por medidas de seguridad y con síntomas leves. Esta información fue aportada por fuentes oficiales locales.
Vecinos del liceo Julio Cesar Salas, lugar utilizado durante las últimas semanas como centro de refugio, han denunciado preocupación debido a la permanente entrada y salida de personas del lugar, entre ellos funcionarios policiales y personal de salud.
Además, familiares de los refugiados se han visto en la obligación de llevar comida a sus seres queridos. Aseguran que los alimentos que se les proveen son mal preparados.
Estos familiares han sido fotografiados en la cerca perimetral de la institución, junto a las personas aisladas sin cumplir con las medidas preventivas necesarias.
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