Cecodap exige que los derechos del migrante y de los niños sean integrados. | Foto: Mardú Marrón
Caracas.- Caracas.- La Organización venezolana Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap) alertó este lunes, 18 de noviembre, que el número de niños y adolescentes «dejados atrás» por sus padres migrantes aumentó a 943.117 este año, lo que significa un incremento de 81.020 jóvenes con respecto a 2018.
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La información fue difundida durante la presentación del informe Somos Noticia 2018. Esta cifra se traduce en un aumento este año de 9,54% de niños, niñas y adolescentes que han sido «dejados atrás» por su padres, en comparación con 2018.
«Esta cifra es más que la suma de la población de Vargas y Cojedes», dijo Abel Saraiba, psicólogo y coordinador de la organización.
Según la investigación de Cecodap, los niños se quedan, en su mayoría, bajo la tutela de sus abuelos.
Saraiba dijo además que los niños cuyos padres migraron tienden a manifestar sensación de abandono, cambio en el rendimiento escolar, llanto recurrente, desánimo y terrores nocturnos.
Carlos Trapani, coordinador de Cecodap, advirtió que el niño sufre una doble vulneración, por su condición de niño y por su condición de migrante. «Para el Estado venezolano y para los Estados receptores, se debe hacer prioridad la reunificación familiar», añadió.
«Exigimos que el derecho al migrante y los derechos de los niños sean integrados, tanto como al Estado venezolanos como a los gobiernos de los países receptores», subrayó Trapani.
La investigadora de la Universidad Simón Bolívar y colaboradora de Cecodap, Claudia Vargas, indicó que como consecuencia de la separación de los integrantes de un núcleo filial ha surgido la «familia trasnacional«, cuyos miembros se relacionan desde dos países diferentes.
«La migración genera una ruptura del tejido social», destacó Vargas.
La investigación de Cecodap, que contó con el apoyo de Datanálisis, arrojó además que 38,6% de las personas consultadas afirmaron que han considerado irse del país, entre ellos, 15,2% manifestó estar muy seguro de emigrar el próximo año.
El estudio reveló también que este año disminuyó la regularidad de las comunicaciones entre los niños y adolescentes que se quedaron y sus madres o padres. «En 2018 era 52% las personas que se comunicaban diariamente y en 2019 disminuyó a 43,1%», indica la investigación.
Sobre el envío de remesas, Saraiba dijo que las familias envían 50 dólares en promedio. «Esto significa 2 dólares diarios por niño. El envío de dinero ayuda a mejorar la situación de los niños, pero no resuelve sus necesidades», señaló.
Con información de Mardú Marrón
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