Caracas. Al menos 125 venezolanos entraron por México a Texas, Estados Unidos, de forma irregular en los últimos tres días, después de cruzar un tramo del río Bravo o río Grande, de acuerdo con reportes del canal estadounidense Fox News.
El lunes 10 de mayo llegaron 52 venezolanos por esa vía. Eran hombres mujeres y niños. El domingo 9 de mayo, el canal estadounidense registró la llegada de al menos 47. Ya el sábado 8 de mayo habían alcanzado suelo estadounidense 26 compatriotas. Aproximadamente la mitad de todos ellos afirmó a Fox News que tienen algún familiar en Estados Unidos.
Pero el número de venezolanos que estas últimas 72 horas alcanzó la otra orilla del río Bravo en busca de asilo en Estados Unidos puede subir fácilmente este martes 11 de mayo, a juzgar por un nuevo reporte de Fox News, que da cuenta de la llegada de otro grupo de compatriotas.
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«Grandes grupos de migrantes cruzan nuevamente el río Grande. Sucede aquí todas las mañanas casi exactamente a las 10:10 am hora local (…) Ahora están siendo procesados por la Patrulla Fronteriza y todavía hay más por llegar. La Patrulla Fronteriza está abrumada y sobrecargada», escribió Bill Melugin, corresponsal de Fox News en el lugar, en su cuenta de Twitter este martes 11 de mayo.
Un funcionario de la Patrulla Fronteriza local dijo al reportero que su capacidad se ha visto sobrepasada con más de 5.000 detenciones en la última semana, la mayoría de personas procedentes de Centroamérica, a las que ahora se suman los venezolanos, que nuevamente pueden verse en grupos este martes, 11 de mayo, con el agua casi hasta las rodillas, con mochilas a cuesta y alzando los niños para que el agua no los moje, cruzando el río que marca el límite entre Estados Unidos y México.
El reporte de Fox News todavía no precisa el número de venezolanos que este martes 11 de mayo consiguieron llegar a Texas, conducidos por coyotes o traficantes de inmigrantes, en algunos casos de su misma nacionalidad, tras burlar los controles en una frontera que permanece cerrada.
Venezuela soporta una crisis humanitaria sin precedentes que ha desencadenado la migración masiva de más de 5,6 millones de personas desde el año 2015, que no es reconocida por el gobernante Nicolás Maduro.
