La ONU señala que por cada persona rescatada de una red de trata hay 20 víctimas más que no han sido descubiertas. Foto referencial EFE
Caracas.- Debido a la crisis sanitaria mundial causada por la pandemia del COVID-19, la trata de personas se ha incrementado considerablemente. Durante el primer semestre del 2020, al menos 233 venezolanas han sido rescatadas de grupos de tráfico y explotación sexual.
Las organizaciones Éxodo, Mulier e Hias expusieron esta realidad en un seminario web celebrado el jueves, 30 de julio, en el que precisaron además cifras de venezolanas que han sido rescatadas desde 2018 de redes de trata de personas alrededor del mundo.
Verónica Mesa presentó un monitoreo de medios realizado por Mulier en el que se recolectaron cifras de mujeres y niñas (menores de 17 años) venezolanas que han sido rescatadas de redes de trata de personas desde 2018 hasta el primer semestre de 2020.
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Para 2018 se contabilizaron 24 casos que se repartían en Perú, Colombia, España, Panamá, Ecuador, República Dominicana, México, Austria y Guyana. En ese mismo año, se registraron a 372 venezolanas rescatadas.
En el 2019 el número de casos registrados aumentó a 35, uniéndose a la lista de países las Islas Vírgenes, Chile, Venezuela y Trinidad y Tobado. De esos casos se rescataron a 480 mujeres y niñas procedentes de Venezuela.
Con respecto al primer semestre de 2020 se han contabilizado 11 casos registrados de redes de trata, de los cuales se han rescatado a 233 venezolanas. En esta ocasión se suma Bolivia y México a la lista de países en los que se detectan redes de tráfico de personas con víctimas venezolanas.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por cada víctima rescatada de una red de trata de personas, existen 20 más que aún no han sido rescatadas.
Norma Ferrer, cofundadora de Éxodo, expuso que el proceso de movilidad por el que deben pasar los migrantes venezolanos los vuelve más vulnerables a ser víctimas de este delito.
Según la Organización Internacional de Migraciones, la vulnerabilidad debido a la crisis sanitaria afecta a los más de 5 millones de migrantes, impidiéndoles la posibilidad de obtener un empleo o continuar pagando sus gastos diarios.
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Ferrer explica que las venezolanas, al verse en la necesidad de retornar a su país durante la pandemia, recurren a pasos fronterizos ilegales, en donde quedan más expuesta a personas que podrían abordarlas para inducirlas a una red de tráfico de personas.
Por su parte, Verónica Mesa explica que “el COVID-19 es un escenario idóneo para la trata, porque las medidas de confinamiento ponen más obstáculos para la detección de las víctimas. El dinero presupuestado para esos casos han sido desviados para la atención de la pandemia y la pérdida de ingresos en las regiones hace que las víctimas que no eran comunes se vuelvan vulnerables ante las redes de trata”.
Dorennys Angulo, gerente de HIAS Venezuela, explica que existen muchos casos en los que las propias víctimas de trata reclutan a otras mujeres para que caigan en dichas redes. Expuso que esto ocurre cuando las víctimas al verse ya en ese mundo, ven como única salida comenzar a colaborar.
Angulo expone que algunas de las llamadas reclutadoras forman parte directa de la red de trata por lo que se les juzga como delincuentes, pero que muchas comenzaron como víctimas y por medio de chantajes y amenazas pasan a ser reclutadoras por lo que no se les puede juzgar legalmente mientras estuvieran bajo una manipulación.
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