A pesar de las intimidaciones, maestros activos y jubilados, protestaron por tercer día seguido en San Juan de los Morros | Foto: Pedro Izzo
San Juan de los Morros.– Los maestros, activos y jubilados volvieron a las afueras de la Zona Educativa en la capital de Guárico, la mañana de este jueves 14 de noviembre, para cumplir con el tercer día del paro nacional, convocado por las Federaciones del Magisterio.
Las consignas y pancartas contra el irrespeto al contrato colectivo no se hicieron esperar. Sin embargo, en esta oportunidad la representación sindical elevó la voz para denunciar el amedrentamiento contra algunos educadores guariqueños.
Al respecto, Eleuterio de la Rosa, presidente del sindicato de profesionales de la docencia en el estado llanero, explicó que conocen casos de intimidaciones por autoridades de la Zona Educativa en contra de maestros que se sumaron a las protestas.
«Hay casos donde los jefes de redes circuitales se dedicaron a levantar actas a los docentes. Estas son actas que no tienen ninguna validez, ya que nosotros estamos haciendo una convocatoria de paro efectiva y es un derecho constitucional», enfatizó De La Rosa.
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Aseguro que más del 90% de los docentes en los municipios Infante, Mellado, Zaraza, Miranda y Roscio se sumaron al paro nacional, para exigir al ministro Aristobulo Istúriz respete con la contratación colectiva y atienda las necesidades que hoy padecen los docentes venezolanos.
Algunos maestros que asistieron a la manifestación de San Juan de los Morros, este jueves, admiten que el miedo a perder sus cargos está presente cuando participan en estas jornadas para reclamar los derechos a un salario digno y demás reivindicaciones.
Ante la crisis del sector educativo, que no es ajena a la complejidad del país, hay quienes manifiestan estar cansados de callar frente a la injusticia, mientras tienen que ingeniarselas para alimentarse.
«Ganamos unos salarios de hambre que no nos alcanzan para nada y da tristeza ver como hay compañeras que van a clases sin comer y muchas veces se van a pie, porque no tienen comida ni como pagar el transporte», comentó una maestra, quien reservo su identidad.
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