Los pacientes renales tomaron la unidad para protestar por el deterioro del servicio. Foto: Mariangel Moro Colmenárez
Acarigua.- El tiempo de tratamiento de hemodiálisis de al menos 120 pacientes de Servicios Nefrológicos C. A., de Acarigua, estado Portuguesa, planea ser limitado aún más de lo que ya está por la administración de la unidad, que presentó la posibilidad de bajarlo a siete horas y media semanales. La situación llevó a los pacientes con insuficiencia renal a protestar este lunes, 16 de noviembre, junto a las puertas del centro de salud en la avenida Alianza.
«Reducir las horas a dos y medias por sesión -tres semanales- es matarnos. Todos saben muy bien que ese tiempo es poco para nosotros que necesitamos el tratamiento para liberarnos de las toxinas y poder tener calidad de vida», expresó Yuli Montilla, vocera del grupo.
Los pacientes indicaron que no hay motivos para reducir el tiempo de tratamiento, más que un «capricho» de la administración por atenderlos hasta temprano y no cancelar horas extras, ni los requerimientos que exija el personal para mantenerse laborando cada día, hasta la noche.
«De 12 horas semanales que todo paciente necesita de diálisis, estamos recibiendo unas nueve, que son tres por sesión. Hay tres turnos, pero ahora la nueva administración del lugar planteó bajarlas a dos horas y media por cada día que nos corresponda, que serían unas siete horas y media semanal. No entendemos por qué quieren hacernos eso, cuando saben que no resistiremos«, dijo Montilla.
La vocera del grupo de pacientes precisó que la unidad está en manos de una nueva administración que no quiere dialogar con ellos para buscar soluciones a los problemas que se presentan en el servicio.
Seneca, como se conoce al centro de salud según sus siglas, es el único dispuesto en el cono norte de la región para atender a los enfermos renales de ocho municipios de Portuguesa y algunos cercanos, pertenecientes a los estados Cojedes y Lara.
En el lugar, que cuenta con tres salas de diálisis, se generó un colapso la semana pasada por la falta de agua que impidió que los pacientes pudieran recibir sus diálisis, por lo que los tres turnos se atrasaron.
«El pasado martes se generó todo un colapso por la negligencia de la administración. No hubo quien abriera el portón para que descargara el camión cisterna, y nos quedamos sin agua. El personal solo dijo que eso se escapaba de sus manos, sin tener en consideración que la vida de todos estaba en riesgo», explicó Ender Rodríguez, otro de los pacientes.
De acuerdo con lo precisado, un grupo estuvo más de cuatro días sin recibir el tratamiento, por lo que retuvieron líquidos, se hincharon y tuvieron dificultad respiratoria, por el estado crítico que les genera la falta de hemodiálisis.
«Es tan grande la situación, que aquí no tenemos ni siquiera médicos especialistas que nos atiendan mientras estamos conectados, y lo pueden observar justo ahora que estando aquí en esta protesta, una compañera se complicó y tuvo que ser estabilizada por la enfermera de turno y sus mismos familiares para luego poderla sacar a un centro asistencial», dijo Rodríguez.
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