Parte de la acera y baranda cedió hace tres meses y hasta ahora no han sido reparadas | Foto: Cortesía
Acarigua.- Tres meses y medio han transcurrido desde que cedió un tramo de la acera del Paseo “Gonzalito”, por el socavamiento de la acción del agua de la quebrada de Araure, impidiendo el paso peatonal en esta parte de la avenida Rómulo Gallegos, en Acarigua, estado Portuguesa.
Las estructurales que se registran en el borde de toda la quebrada evidencia el deterioro progresivo que ha tenido este importante sitio recreativo que prácticamente une las ciudades gemelas, y que lleva el apodo de Cesar González, un ecologista de gran renombre en la entidad llanera, al que también se le conoce como “El Hombre Árbol”.
No solo la acera se ha derrumbado y caído al afluente, los bancos y hasta luminarias también han parado al cauce, lo que impide que los habitantes se acerquen a refrescarse bajo la sombra de los árboles, darse un baño, o surtirse de agua, pues en últimos días la temperatura ha llegado a 37 grados con sensación térmica de 42°, además las fallas en el servicio de agua, y los constantes apagones han sido constantes.
Vecinos del sector manifestaron su descontento por el abandono que presenta la quebrada, y todo el parque. “Nadie le presta atención, no hay un ente gubernamental que se encargue de esto. Lo máximo que hacen es barrer, pero no reparan nada”, afirmó a El Pitazo Juan Carlos Gimon.
Por su parte, Alonso Alvarado sostuvo: «Ese tramo cedió en agosto, y ha venido abriendo y abriendo aún más. Quienes caminamos por esta vía debemos tomar la calle, con el riesgo de que nos lleve un carro».
Tras consular a los especialistas del Centro de Ingenieros de Portuguesa, su presidenta, Trinidad Rey, señaló que aunque no se tata de un peligro de un derrumbe inminente, el terreno se ha ido debilitando por el agua que estuvo represada a causa de un árbol que se cayó hace más de un año y fue removido en septiembre. De no acometerse las reparaciones con la prontitud del caso se seguirán generando el desmoronamiento de los bordes, como ha ocurrido en durante estos tres meses.
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Asimismo, detalló que durante la pasada Semana Santa se colocó una tubería para retener el agua y que sirviera de balneario a la ciudadanía, lo que a la larga representó una socavación, lo que sumado al peso del cemento de las aceras y las barandas y la vibración producto del alto tráfico de esa vía condujeron al derrumbe.
La ciudadanía tanto de Acarigua como de Araure lamenta que esta espacio que une a las dos localidades se le dé la importancia debida para convertirla en un sitio de esparcimiento a la que la familia pueda acudir a disfrutar y pasar un rato diferente.
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