La pequeña Anthonella fue raptada de su vivienda el pasado 1º de enero. Foto cortesía.
Táchira.- El primer día del año los tachirenses vivían la noticia del rapto de una niña de 4 años en San Juan de Colón, municipio Ayacucho, en la zona norte del Táchira. Según información de las autoridades, la pequeña Anthonella Maldonado Roa estaba en casa de su familia cuando sujetos llegaron, forcejearon con el tío que la tenía en brazos y se la llevaron.
Desde entonces poco se conoce sobre su paradero o avance las investigaciones. Por razones de seguridad el Grupo Anti Extorsión y Secuestro (Gaes) y el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) mantienen reservada la información sobre la niña.
A través de las redes sociales, los cuerpos policiales y la sociedad civil difunden imágenes recordando que Anthonella fue raptada y con los números de teléfono para que quien tenga información, pueda suministrarla y así encontrarla.
Cicpc reporta rapto de niña de 4 años en Táchira
Sobre el rapto de Anthonella Maldonado Roa, el obispo de la Diócesis de San Cristóbal, Mario Moronta, pidió a los raptores devolver a sus familiares a la niña. “Seguimos haciendo un llamado a los captores de la niña Anthonella, secuestrada el 1º de enero. En el nombre de Dios les pedimos la devuelvan sana y salva a sus padres” escribió a través de su cuenta en Twitter.
También al conocer la noticia sobre el rapto de la niña, mandó un audio a través de WhatsApp y redes sociales, a fin de que los captores lo escucharan. “Aquí estoy con mi bendición, con mi oración y reiterando el llamado a aquellas personas inescrupulosas que han realizado este bochornoso hecho. Anthonella es una niña, Anthonella es un ser humano, Anthonella es hija de Dios, Anthonella pertenece a Dios. Que Dios la bendiga y la proteja y nos de la fuerza para seguir construyendo en Venezuela la justicia y la paz” dijo Moronta.
De la familia de la niña poco se sabe pues debido a este hecho se han mantenido bajo perfil. Vecinos de la zona aseguran que ya los padres no hacían vida en Venezuela sino en Colombia y estaban por las festividades en San Juan de Colón, pueblo donde crecieron.
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