Las menores, de nombre Olivia, de seis años, y Anna, de uno, desaparecieron en las islas Canarias después de que el padre no las devolviera a la madre tras una visita | Foto: Instagram
Caracas.- Tomás Gimeno, el hombre desaparecido junto a sus dos hijas Anna y Olivia, de uno y tres años respectivamente, el 27 de abril en Tenerife, es el principal sospechoso del asesinato de las niñas. Según las últimas investigaciones, el hombre las mató en su finca y luego arrojó sus cuerpos al mar, en un plan preconcebido para causar el mayor dolor a su expareja.
Hasta ahora, las autoridades solamente han logrado ubicar el cadáver de Olivia, la hija mayor, el 11 de junio, dentro de una bolsa de deporte y hundido en el mar a mil metros de profundidad. El padre y su hermana siguen desaparecidos, pero todo indica que la más pequeña corrió con la misma suerte.
Según la investigación, Gimeno, de 35 años, «de manera deliberada quiso colocar a su expareja y madre de sus hijas en la incertidumbre acerca de la suerte o destino que habían sufrido en sus manos Olivia y Anna».
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Las indagaciones que se han hecho con allegados han arrojado que, desde que se rompió la relación entre los padres de las niñas, hace cerca de un año, Tomás dedicó a su expareja un trato vejatorio y denigrante.
«Hacía comentarios descalificativos, ofensivos y ultrajantes, pretendía menospreciar a la madre de sus hijas por haber rehecho su vida con una nueva pareja y aseguraba no tolerar que compartiera momentos con las niñas», dice el texto que fue presentado por la jueza que lleva el caso, según reseñan medios españoles.
No obstante, estos mismos testimonios también arrojan un segundo perfil del padre de las niñas: «Hablan de alguien posesivo, temperamental, manipulador y capaz de salirse como sea con la suya, pero también destacan ese carácter afable con sus hijas. Incluso lo calificaban de padrazo«, apuntó un periodista de laSexta que ha seguido el caso.
Antes de cometer el horrendo crimen en contra de sus propias hijas, Tomás Gimeno ya había forjado un amplio historial delictivo. Sin embargo, nada había alertado sobre lo lejos que podía llegar.
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A todos los desencuentros con su expareja también se suman las disputas con su propia familia. «Tenía denuncias por intento de agresiones y amenazas a dos de sus tíos, multas sin pagar y hasta un accidente de tráfico en el que no quiso someterse al control de alcoholemia», relató la periodista del portal.
Beatriz Zimmermann, madre y expareja, también llegó al cuartel de la Guardia Civil para denunciar que Tomás la había amenazado. En agosto del año pasado, Gimeno tuvo un enfrentamiento con Zimmermann a plena luz del día, en el estacionamiento de un restaurante, tras protagonizar una disputa con la nueva pareja de la madre de las niñas.
Con información de laSexta y EFE
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