El exdirector de la Dirección General de Contrainteligencia Militar Hugo Carvajal llegó a España, según su esposa, el mes de marzo para colaborar con la justicia y con Venezuela. Pero Estados Unidos lo acusa de narcotráfico y pidió su extradición, petición que fue denegada en un principio el pasado septiembre por las autoridades españolas por entender que respondía a “razones políticas”.
Posteriormente la Fiscalía autorizó la extraditarlo a Estados Unidos el ocho de noviembre. Pero resulta que Hugo Carvajal es prófugo de la justicia y será un Consejo de Ministros quien decida, cuando se logre su detención, si será o no extraditado, esto según la ley.
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Carvajal es una de las grandes figuras del chavismo, con un papel relevante en las Fuerzas Armadas, reseña una nota de El País, y las acusaciones que pesan sobre él tienen que ver con sus supuestos vínculos con el narcotráfico. Fue sancionado por el Departamento del Tesoro.
La esposa de Carvajal, Angélica Flores, le comentó a dicho medio de comunicación que en Estados Unidos primero acusan y después van acortando la pena, dependiendo de lo que estés dispuesto a contar. Otras fuentes de la familia de Carvajal aseguran que la posición del país americano se ejecuta por ambiciones personales de fiscales norteamericanos con aspiraciones de tener cargos políticos como gobernaciones y postulaciones al Senado y por disputas con integrantes de la DEA.
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