Santiago.- Las Fuerzas Armadas y de orden público de Chile, libran una «guerra» contra los grupos violentos que radicalizaron una protesta social contra la desigualdad, que ha causado 11 muertos, 1.500 detenciones, y terror en las calles con barricadas, incendios y saqueos.
Al presidente chileno Sebastián Piñera, no le tembló el pulso para expresar que Chile está viviendo »es una guerra» contra un «enemigo poderoso e implacable que no respeta a nada ni a nadie».