Pedro Sánchez reconoció que esta sería una medida de extraordinaria dureza | Foto: cortesía
Madrid.– España paralizará desde el lunes 30 de marzo todas las actividades laborales no esenciales para restringir aún más el movimiento de personas y contener el contagio de coronavirus, que da algunas muestras de moderación, aunque este sábado, 28 de marzo, se llegó al máximo de muertos en una sola jornada, 832.
El Gobierno aprobará mañana, 29 de marzo, esta nueva medida «excepcional», que refuerza el confinamiento de la población en las viviendas decretado el 14 de marzo para luchar contra la pandemia, anunció el jefe del Ejecutivo, el socialista Pedro Sánchez, en conferencia de prensa este sábado.
Los trabajadores de esos sectores no esenciales (quedan excluidos los medios de comunicación) tendrán un permiso retribuido «recuperable» durante ese período, que incluye ocho días laborables. Recibirán su salario «con normalidad» y luego, cuando terminen las restricciones, recuperarán el tiempo paulatinamente.
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Es una «alternativa al cierre total» del país que piden algunas regiones, como Cataluña, con el objetivo de mantener temporalmente los bajos niveles de movilidad de la población, sobre todo de los fines de semana, según el Gobierno, y es «un paso más» aprovechando la Semana Santa, ya que no se podrá viajar por las restricciones generales.
Son medidas de «extraordinaria dureza», reconoció Sánchez, «consciente del sacrificio», pues el coronavirus afecta a España de manera «despiadada». El gobernante español reclamó a la Unión Europea que ofrezca «unida» una respuesta económica y social conjunta: es una «catástrofe que afecta a todos», argumentó.
El incremento de nuevos casos en términos relativos «se va reduciendo paulatinamente», constató el doctor Simón en conferencia de prensa tras la reunión del Comité de Gestión Técnica del Coronavirus. Los contagios pasaron de subidas del 18 o 20% de días anteriores —incluso de 30%— al 14% el viernes y menos del 13% hoy.
Con estos datos se podría pensar que España está llegando al «pico (o punto máximo) de la curva» de contagios y que algunas zonas del país lo habrían superado. Todo apunta a que los incrementos se van «estabilizando paulatinamente», pero el experto del Ministerio de Sanidad pidió cautela por ser datos preliminares. Además, puede haber casos que no se detectan, advirtió.
En términos absolutos, el aumento de fallecidos de hoy (832) fue el más alto hasta la fecha, pero el porcentaje de subida demuestra que la evolución temporal se mantiene respecto a la observada en los últimos días.
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El Ministerio de Sanidad reconoció, por otra parte, un «problema importante» con la saturación de las UCI, ya que los pacientes más graves que se infecten hoy necesitarán una cama en esas unidades dentro de una semana o 10 días. Ya hay regiones que están «muy cerca» del límite de capacidad de los cuidados intensivos y otras se van acercando.
Simón defendió también la transparencia de España al diagnosticar y computar los casos de pacientes contagiados de COVID-19, como respuesta a informaciones de prensa que apuntan que se estaría subestimando el número de víctimas mortales en las estadísticas oficiales.
Madrid sigue siento la región más duramente golpeada por la pandemia, con 345 muertes más desde el viernes, lo que eleva la cantidad total de fallecidos a 2.757, con hospitales saturados y crematorios colapsados. Los problemas se dan igualmente en otras regiones, como Cataluña. La semana próxima se instalará un «hospital temporal» (como ya se hizo en Madrid) en el recinto ferial Fira de Barcelona de 300 camas inicialmente.
En estas circunstancias, el Ejecutivo anunció hasta ahora 628 millones de euros para comprar mascarillas, respiradores y equipos de protección personal, entre otros productos. La falta de este material es motivo habitual de cruce de acusaciones entre Gobiernos regionales y el Ejecutivo nacional y de gran queja y crítica por parte del personal sanitario español, que tiene gran número de profesionales infectados por estar muy expuestos al contagio.
EFE
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