Foto: El País de Uruguay
Caracas.- «Una brisa bolivariana sopla por América Latina», celebraba Diosdado Cabello a finales de 2019. Después de consumarse la maniobra del chavismo por bloquear la reelección de Juan Guaidó en la presidencia de la Asamblea Nacional (AN), el aparente bloque de izquierda de la región parece haberse resquebrajado.
Varios gobiernos aliados internacionales a la administración de Nicolás Maduro se sumaron a las críticas por el golpe parlamentario que sufrió el Parlamento venezolano el domingo cuando se esperaba la elección de una nueva junta directiva, que incluía a Guaidó al frente del ente legislativo.
Los primeros en manifestar su preocupación por las acciones contra la AN fueron Argentina y México, cuyos gobiernos habían evitado condenar al régimen venezolano por la crisis política y social que padece el país. Uruguay fue otro de países que repudiaron que agentes de seguridad no dejaran ingresar al recinto ni al candidato principal, el presidente encargo Juan Guaidó, ni a varios diputados de la oposición y, por el contrario, se escogiera sin el quórum reglamentario al legislador disidente, Luis Parra, con el apoyo de la bancada del chavismo.
La administración de Andrés Manuel López Obrador aseguró en un comunicado emitido el domingo que está a favor de que la Asamblea Nacional venezolana pueda elegir democráticamente su junta directiva, de acuerdo con su Constitución, reseñó el diario argentino La Nación.
«El legítimo funcionamiento del Poder Legislativo es pilar inviolable de las democracias», dijo la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana en su cuenta en Twitter.
En Uruguay, por su parte, el gobierno saliente de Tabaré Vásquez advirtió que los hechos de este domingo representan una «conculcación de los derechos de los diputados de la Asamblea Nacional Venezolana, expresión máximo de la democracia».
La cancillería uruguaya en un comunicado precisó que su preocupación parte «por la acción de la Guardia Nacional Bolivariana que impidió a los representantes legítimamente electos por el pueblo participar de la sesión donde debía elegirse nuevo presidente del Órgano».
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Según lo publicado por el diario El País, tanto gobierno de Vázquez como el entrante de Luis Lacalle Pou estuvieron de acuerdo en esta declaración, que además indicó: «La actitud del gobierno de Venezuela daña seriamente los esfuerzos de la comunidad internacional para colaborar con los venezolanos, a través del diálogo y la negociación, en lograr una salida a la grave crisis institucional que sufre ese país».
Durante su gestión, Tabaré Vásquez evitó tildar a Venezuela como dictadura, se negó a firmar varios de los documentos del Mercosur sobre la crisis y no reconoció a Guaidó como presidente encargado. El jefe de Estado también milita en el Frente Amplio como el exmandatario y aliado de Maduro, José Mujica.
Sin embargo, ahora hizo «un urgente llamado a todos los actores venezolanos, pero en particular al Gobierno, a evitar acciones que continúen agravando la situación y poniendo en riesgo la estabilidad del país y a respetar estrictamente los derechos civiles y políticos de todos los ciudadanos y muy especialmente los fueros de los legisladores integrantes de la Asamblea Nacional».
El domingo, el nuevo canciller argentino, Felipe Solá, advirtió al gobierno de Nicolás Maduro que «impedir por la fuerza el funcionamiento de la Asamblea Legislativa es condenarse al aislamiento internacional», en referencia a los incidentes producidos durante la designación de nuevas autoridades.
«El gobierno argentino viene intentando por todos los medios que el diálogo y los acuerdos sean el camino para la plena recuperación del funcionamiento democrático de la República Bolivariana de Venezuela», planteó Solá desde su cuenta de Twitter.
Sin embargo, dichas palabras no cayeron bien entre los altos jerarcas de la llamada revolución bolivariana. Diosdado Cabello salió al paso este lunes para cuestionar la nueva postura del gobierno de Alberto Fernández. «Nosotros no necesitamos de Argentina ni de su canciller, ellos verán si se ponen del lado de los pueblos o del lado del imperialismo», indicó el líder chavista.
Pese a esto, el gobierno de Fernández ha dicho que «impedir por la fuerza el funcionamiento de la Asamblea Legislativa es condenarse al aislamiento internacional».
«Rechazamos esta acción e instamos al Ejecutivo venezolano a aceptar que el camino es exactamente el opuesto. La Asamblea debe elegir su presidente con total legitimidad», expresó el jefe de la diplomacia argentina.
Para el encargado de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, de las reacciones de la comunidad internacional ante el hostigamiento contra la AN, las posturas más novedosas son las de México y Argentina. “El hecho de que las posturas vengan de gobiernos de izquierdas añade importancia a lo sucedido y aumenta el aislamiento del régimen de Maduro», destacó el funcionario estadounidense.
De acuerdo con Abrams, Maduro debería preguntarse si le quedan aliados en la región. «Porque no van a apoyar esas medidas, las van a rechazar. Le quedan Rusia, Cuba y China. Pero está perdiendo apoyo no solo de la derecha y el centro, sino también de la izquierda en América Latina», señaló.
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