Santa Elena de Uairén. Mientras aguardan por una solución política que permita la reapertura de la frontera de Venezuela con Brasil, habitantes de Santa Elena de Uairén y de otros sectores del estado Bolívar se las siguen arreglando para cruzar al vecino país a adquirir alimentos y medicinas.
Desde el pasado 30 de abril, cuando el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, recibió apoyo militar y se produjo la liberación del líder opositor Leopoldo López, el Ejército brasileño tomó mayores medidas de seguridad y cerró el paso de vehículos por la trocha que usan los venezolanos para desplazarse desde el 23 de febrero.
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La medida obligó a la gente a caminar tramos de al menos tres kilómetros para cruzar la línea fronteriza. El más transitado durante este fin semana fue el que está justo al lado de la aduana venezolana, donde permanece la Guardia Nacional y el Ejército para evitar el tránsito por allí.
Lugareños, que caminaron para comprar alimentos, relataron a El Pitazo que veían desde lejos como los militares permitían el paso a personas y carros, por ser «privilegiados», refiriéndose a familiares y conocidos de los efectivos, o por cancelarles montos en dólares o reales brasileños.
Las farmacias en la población de Pacaraima permanecen abarrotadas de compradores. Hoy en día, la mayoría de sus empleados son venezolanos, que expenden a sus paisanos medicamentos por lotes. Los más solicitados son para la tensión, diabetes y afecciones estomacales.
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