Niño warao quedó huérfano tras la muerte de su madre en Tucupita

Un niño indígena de unos dos años de edad quedó huérfano a raíz de la muerte de su madre, quien en vida respondía el nombre de Marianni Medina, de 19 años. El deceso de la joven madre ocurrió en la última semana de octubre por complejas complicaciones de una enfermedad que fue diagnosticada como leucemia en el hospital Luis Razetti de Tucupita. La información fue confirmada por habitantes de la comunidad al equipo de El Pitazo en visita realizada al caserío.

De acuerdo con la observación realizada durante la visita, el niño huérfano quedó bajo los cuidados de sus abuelos en una de las barracas ubicada en la orilla del río Macareo, afluente del Orinoco, en la localidad de Pueblo Blanco y a unas tres horas, por vía fluvial, de Tucupita.

Los familiares aseguran que el niño tiene un crítico estado de salud. “Primeramente, el niño fue abandonado junto con su madre por su papá, quien tomó rumbo desconocido, y ahora muere su mamá”, señaló un warao que se identificó como su abuelo.

De acuerdo con el testimonio de Eulice Moya, miembro del consejo comunal, el niño presenta un cuadro de desnutrición severa. La comunidad no cuenta con medicinas para la atención y los alimentos que requiere el niño. “No hay medicina porque el dispensario tiene años abandonado, y no hay comida. Los niños y los adultos cuando se enferman, mueren sin remedio”, sostuvo Moya, quien se encarga del mantenimiento de la capilla y de la escuela.

Pueblo Blanco es la comunidad donde se encuentra el niño, una población de 150 familias que viven a la orilla del Orinoco. Consumen agua directamente del río, sin ningún tratamiento; la energía eléctrica la obtienen a medias gracias a unos paneles solares, y las pequeñas canoas son el medio de transporte para llegar hasta la ciudad.

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