Desde el 30 de septiembre, se comenzaron a observar largas filas en el estado Bolívar | Foto: Carlos Suniaga
Ciudad Guayana.- Un militar se instala al lado de uno de los bomberos de la estación de servicio, mientras otros dos uniformados se encargan de controlar la cantidad de vehículos que pasan a surtir combustible. Esa es la fotografía recurrente en la gasolinera de la avenida Las Américas, ubicada en Puerto Ordaz, estado Bolívar. Y es que desde que se comenzaron a observar colas el pasado 30 de septiembre, la primera medida gubernamental (no anunciada públicamente) fue la militarización de las colas.
De momento, no hay datos de cuántos oficiales del componente castrense están desplegados en las bombas de gasolina, lo que sí existen son denuncias de irregularidades cometidas por los funcionarios en las extensas filas. “Yo vi como un funcionario recibió un billete que creo que era de 10 dólares que le dio un señor de una camioneta, para dejarlo pasar sin hacer cola, eso ocurrió delante de mis ojos aquí en esta misma bomba”, dijo a El Pitazo un conductor que prefirió no revelar su nombre.
A los militares les acompañan civiles en algunas gasolineras. En la estación ubicada en el sector Castillito, por ejemplo, dos mujeres y un hombre con camisas rojas y gorras del Partido Socialista Unido de Venezuela se encargan de organizar la cola. Eso no evita que algunos conductores pasen sin hacer la extensa fila bajo el sol. “Eso es normal, yo creo que sin los militares, la cosa estaría más controlada, ellos primero pasan a sus amigos o a la gente que paga, y luego pasamos nosotros, los que nos calamos este sol en la cola”, denunció María Robles, una maestra de 36 años, a quien sus compañeros de fila ayudaban empujando el vehículo que no lograba encender, por falta de gasolina.
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Llegar de madrugada a la cola es llegar tarde, dijo José Cedeño, un taxista de 45 años, quien hacía fila en la gasolinera de la redoma “La Piña” en Puerto Ordaz. “Yo llegué anoche, porque sé que si me venía hoy, por muy temprano que sea, corro el riesgo de no llenar el tanque de mi carro porque la cola es muy larga, y este es mi medio de trabajo. Con el carro parado, no llevo el pan a la casa”, comentó. Para el momento en el que Cedeño habló con El Pitazo, llevaba unas 12 horas en la kilométrica fila.
Los conductores se quejan de tener que pasar horas en las colas bajo el inclemente sol, pero también reclaman un pronunciamiento gubernamental, y es que hasta ahora el gobierno regional nada ha dicho de la falla que parece acentuarse con el pasar de los días. “Yo no pude llevar hoy a mis hijos al colegio, tengo que pagarle un taxi será, y seguro sale carísimo por este mismo problema de la gasolina. Esto es un caos”, manifestó Emilio Aguilar, un mecánico que también hacía fila en la bomba de redoma “La Piña”.
En poblaciones al sur de Bolívar, como Tumeremo o El Callao, donde revenden gasolina en todas las calles, las estaciones de servicio están cerradas. En Guasipati, hay cola en la gasolinera del Pueblo, mientras que a lo largo de la troncal 10, las alcabalas militares exhiben pimpinas y otros envases con gasolina, que nadie sabe a dónde van luego de la retención a los conductores.
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