Diversas enfermedades como cuadros febriles acompañados con malestar generalizado denuncian la dirigencia warao del estado Delta Amacuro. Foto: Melquiades Avila
Tucupita.- Los habitantes de las comunidades localizadas en el Delta del Orinoco, denuncian la presencia de enfermedades endémicas como la fiebre, dolores de cabeza y dificultades respiratorias que se traducen en síntomas complicados que atacan principalmente a los adultos. Así lo describe Wildemar Medina, docente de la comunidad Araguaimujo ubicada en la parroquia Santos de Abelgas del municipio Antonio Díaz del estado Delta Amacuro. En su argumento asegura que la situación sanitaria en los caseríos es crítica ante la ausencia de medicina y transporte por falta de gasolina.
“La situación se hace preocupante ante la ausencia de atención médica, no hay medicina; solo las hierbas tradicionales y los conocimientos ancestrales de la comunidad” refiere Medina. Además, el docente asegura que la falta de gasolina en las comunidades agudiza la salud de los moradores: “no hay transporte ni ambulancia fluvial, la única forma de llegar a la ciudad es por medio de embarcaciones impulsadas por remos y velas” destaca Medina.
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Roselindo Moreno, un warao representante de las instituciones políticas del estado Delta Amacuro, narró su experiencia vivida con los síntomas descritos: “es como si le hubiese dado una paliza de golpes en todo el cuerpo, fiebre alta y malestar generalizado acompañado con diarrea” sostiene Moreno que logró superar los síntomas en 15 días.
Asimismo, Mónico Campero, exconcejal del municipio Antonio Díaz, reportó vía telefónica a El Pitazo, la crisis de salud que atraviesa las comunidades del bajo Delta. En sus señalamientos destaca la proliferación de la tuberculosis y otras afecciones que atacan a los moradores que se encuentran vulnerables ante la falta de atención primaria, aseguró Campero.
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Al respecto, Jesús Jiménez, médico warao, señala la fragilidad que presentan las comunidades indígenas ante la cercanía de zonas afectadas por la COVID-19. En su argumento, Jiménez asegura que el sistema de salud que presentan al menos 320 comunidades waraos en Delta Amacuro es crítica ante el abandono de los dispensarios y ausencia de medicina que presentan los hospitales del bajo Delta.
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