Comerciantes playeros lamentan el cierre que enfrentan pero admiten que el lleno del carnaval generó un aumento de casos de COVID-19. Foto N. Noriega
La Guaira. Las playas de Vargas están solas este sábado 3 de abril. Están solas, a pesar de ser un sábado de Semana Santa, un Sábado de Gloria. Las playas están solas como consecuencia de la extensión de la cuarentena radical decretada por el gobierno de Nicolás Maduro para controlar la propagación del COVID-19, que durante el mes de marzo, se incrementó, exponencialmente, en la entidad costera.
Aunque el gobierno nacional responsabiliza del aumento de los casos a la llegada de la «cepa brasilera», algunos trabajadores playeros opinan, que la soledad de esta Semana Santa es consecuencia directa del lleno vivido en el pasado Carnaval.
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«Esta playa por lo menos fue un desnalgue. Aquí no cabía ningún alma. A nosotros nos dijeron que controláramos la entrada y que tuviéramos medidas de bioseguridad. Lo de la entrada al balneario fue imposible. Lo más que pudimos es que los meseros y los tolderos tuvieran sus tapabocas. Igual tenemos colegas que se contagiaron del virus y aún se están recuperando. Ese lleno de Carnaval nos trajo a este vacío de Semana Santa«, asegura Anselmo Pérez, trabajador playero en el concurrido balneario de playa Candilejas, en el oeste de la entidad costera.
La soledad en Candilejas se repite en playa Surfista y Playa Verde. Lo mismo en Camurí Chico, Alí Babá, playa Coral y Los Corales, hacia el este. «Aparece uno que otro, pero de aquí mismo, se da un chapuzón y se van. La policía está pasando revista y nadie quiere ser multado. Uno pasa a darle una vuelta al kiosco, aunque como están las cosas con el virus es mejor quedarse guardado en la casa» analiza Luis Macías, que trabaja en Bahía de los Niños, en Caraballeda.
Fuentes relacionadas con la Policía Municipal de Vargas indicaron a El Pitazo que los cuerpos policiales se han mantenido atentos para hacer cumplir la cuarentena radical decretada por el gobierno nacional y crear conciencia sobre la necesidad de protegerse del virus. Aseguran que la ausencia de bañistas ha sido la constante durante la Semana Santa.
«Uno ve este peladero de chivo y le da dolor. Uno sabe que es un tema de salud, pero en los carnavales hubo bastante gente y alegría. Nosotros no podemos volver a estar meses parados. Ojalá la semana entrante sea flexible. Habrá que esperar a ver qué dice Maduro este domingo», cuenta Harry Rivas, mientras limpia unas sillas en playa Surfista.
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