En lo que va de año, la tasa del dólar paralelo subió más de 267%, una variación por debajo de la inflación acumulada hasta junio pasado de 333% | Foto: EFE
Caracas.– Desde que en junio de 2020, el gobierno de Nicolás Maduro estableció un sistema de cuarentena intermitente, denominado plan 7+7, no han sido pocas las voces del sector privado que han pedido derogar la medida por considerar que ha perjudicado las actividades de comercios e industrias. Ahora, un reciente estudio de la consultora financiera Ecoanalítica da luces sobre los efectos negativos de la medida en el sistema monetario y cambiario del país.
De acuerdo con la información de Ecoanalítica, en promedio, durante las llamadas semanas radicales, los precios internos tendieron a subir a un ritmo mayor al observado en las semanas flexibles, pese a la desaceleración en la inflación registrada desde últimos meses, si bien en junio la inflación anualizada llegó a 2.615,5 %, según cálculos del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).
“Las diferencias, tanto en promedio como en variabilidad, parecieron ser significativas indicando que, en las semanas restringidas, los precios y el tipo de cambio crecieron de manera más recurrente, siendo en los lapsos flexibles más volátiles, con diferentes ritmos de variación”, explicó el economista Luis Arturo Bárcenas, miembro de Ecoanalítica.
En este sentido, Bárcenas añadió que en las semanas radicales, los precios, además, absorbieron las variaciones del tipo de cambio promedio; en consecuencia, durante esos lapsos los venezolanos enfrentaron una “apreciación real menor”, es decir, un menor costo de los productos en dólares.
“Lo anterior sugiere que las cuarentenas radicales limitaron aún más la oferta de bienes y servicios en el país, impulsando la mayor alza de precios y reduciendo la afluencia de divisas: menos ventas, menos pagos, menos dólares circulando”, dijo.
De esta manera, los ciudadanos debieron desembolsar menos dólares en las semanas radicales para adquirir los mismos bienes que compraban en las flexibles, aunque enfrentando precios superiores en bolívares.
Bárcenas aseguró que la mayor fluctuación de precios durante las semanas radicales también parece asociarse al nuevo patrón del consumo de los venezolanos frente a la pandemia, pues tanto la inflación de alimentos como la del transporte mostraron mayores magnitudes y similitudes en las semanas radicales.
En lo que va de año, la tasa del dólar en el mercado paralelo subió más de 267 %, una variación inferior a la registrada en el mismo periodo del año pasado, cuando el dólar escaló casi 400 % y, a su vez, por debajo de la inflación acumulada hasta junio pasado de 333 %.
Para el economista, “el esquema 7+7 no solo agrava las carencias del sector privado en el país, sino que atenta con el propio objetivo antiinflacionario de los reguladores” gubernamentales.
“Además, más allá del rol de la credibilidad en el proceso hiperinflacionario local, los factores de oferta parecen seguir pesando en la determinación de los precios en Venezuela, en medio de restricciones fiscales y sobre el crédito bancario”, agregó.
Aún así, señaló que no puede descartarse que los contagios por COVID-19, que suman ya más de 300.000 casos desde marzo del año pasado, se eleven de no continuar con el esquema de cuarentena radical.
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