Todo indica que el subsidio de gasolina en Venezuela llegó a su final | Foto Andrés Rodríguez
Caracas.- Las pocas estaciones de gasolina que aún abren en Caracas están siendo controladas por militares de la Fuerza Armada Nacional (FAN), mientras que solo personal de seguridad, proveedores de alimentos y personal de salud hacen largas colas y por varias horas, esperando poder surtir su vehículo de gasolina que escasea aún más en medio de crisis por COVID-19.
Durante una cuarentena social impuesta el 17 de marzo por el gobernante Nicolás Maduro debido a la llegada del coronavirus a Venezuela, y sumado a eso, las sanciones del Gobierno de EE. UU. a la estatal Pdvsa, está ocurriendo algo sin precedentes: el país con las mayores reservas de petróleo del mundo y una de las mayores instalaciones de refinación de Suramérica está casi sin gasolina, reseñó Bloomberg.
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Según los datos compilados por parte de la agencia Bloomberg sobre el seguimiento de barcos cargueros, los puertos venezolanos no han recibido importaciones de gasolina en más de cinco semanas.
El impacto se siente especialmente en Caracas, una vez considerada como »burbuja privilegiada» por supuestamente ser la única ciudad del país exenta de la escasez de combustible. Las entregas de alimentos y medicamentos se están ralentizando a medida que la ciudad intenta hacer frente al COVID-19.
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El Gobierno nacional ordenó que se racionara el combustible en las estaciones de servicio de todo el país, exigiendo a los propietarios que entregaran el control de las mismas al personal militar, que revisa las credenciales de los conductores autorizados a circular en medio de la cuarentena por pandemia.
El pasado miércoles, 1° de abril, un conductor de productos lácteos, Jorge Gallegos, pasó 10 horas en una estación de servicio. Gallegos le dijo a Bloomberg que estaría perdiendo dos días por semana solo llenando su tanque. «Llegué a las 4 de la mañana y no podré entregar productos hoy», contó en esa oportunidad.
A medida que las tiendas y restaurantes ven a los clientes retirarse por la cuarentena, confían aún más en los servicios de entrega, pero la escasez de gasolina los ha golpeado fuertemente. Las empresas programan varios días a la semana para llenar sus tanques de motocicletas. Los motociclistas se han limitado a tan solo 5 litros (poco más de 1 galón) por moto.
«Ha sido terriblemente problemático», dijo Christian Acuña, copropietario de un restaurante en el este de Caracas. «El personal de entrega no se presenta en el trabajo debido a la falta de transporte público, por lo que solo hemos tenido que ofrecer el servicio de recogida», aseveró Acuña.
Lejos de la capital, en la región que durante mucho tiempo ha tenido que lidiar con una grave escasez de gasolina, llegan informes de que los agricultores tienen que tirar sus cultivos debido a la falta de combustible para transportarlos.
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La capacidad de refinación de Pdvsa ha estado disminuyendo durante años debido al bajo mantenimiento, la inversión mínima y la fuga de cerebros. En septiembre de 2018, meses antes de que Estados Unidos impusiera sanciones al petróleo, estaba refinando al 24% de su potencial. En diciembre, las refinerías estaban trabajando a menos del 10%.
Con información de Bloomberg
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