Economistas afirman que nueva reconversión monetaria es inminente

Caracas.- Casi tres años después, Venezuela ya se plantea una nueva reducción de ceros al valor de su moneda. Con el fantasma de la hiperinflación a cuestas, el proyecto del “bolívar soberano”, promovido por Nicolás Maduro, ha quedado relegado, mientras que divisas como el dólar y el euro han irrumpido como principales instrumentos de pago entre los venezolanos. 

Ante este escenario y con el progresivo aumento del tipo de cambio (más de 200 % en lo que va de año) y la devaluación del bolívar, expertos como el economista y director de la firma Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, asegura que es inminente que el gobierno de Maduro dé luz verde, en el segundo semestre de 2021, a la tercera reconversión monetaria del país en 15 años, después de las ejecutadas en 2008 y 2018 que le restaron tres y cinco ceros al bolívar, respectivamente.

De acuerdo con Oliveros, la banca nacional, así como las grandes empresas, tendrán un periodo de 90 días para ajustar sus sistemas contables y de cómputos. Dicha información la confirmó este martes el secretario general de la Federación de Trabajadores Bancarios y Afines (Fetrabanca), Claudio Rivas, en una entrevista para Fedecámaras Radio. 

Rivas indicó que el sector solo aguarda a que se oficialice la nueva reconversión monetaria que, según dijo, es necesaria para las entidades bancarias. Sin embargo, recalcó que sería solo un maquillaje a la crisis económica, si no viene acompañada de otras medidas para controlar la hiperinflación. “Para el ciudadano común será solo quitarle ceros a las cifras y ya”. 

Los más recientes datos del Banco Central de Venezuela (BCV) reportan que al cierre de abril el país acumula una inflación de 183,8 % y anualizada (de abril 2020 a abril 2021) de 2.940,8 %, que continúa devorando los ingresos de los venezolanos, cuyo salario mínimo es inferior a los 2,40 dólares. 

Para el economista y director de la firma Olmos Group, Aaron Olmos, la medida si bien es factible representa solo una “solución cosmética”, pues su éxito dependerá de nuevas políticas macroeconómicas que pasan por aumentar la producción nacional y corregir los desequilibrios fiscales y monetarios que impulsan la inflación. 

Por otro lado, reconoce que el sector empresarial y gubernamental serían los más interesados en la implementación de una reducción de ceros a la moneda ante las dificultades en las operaciones contables por las altas cifras que manejan en sus balances. 

“Si recordamos la experiencia de 2008, con la primera reconversión monetaria, todo parece indicar que al no haber indicio de un plan de ajuste económico que venga de la mano con esa reconversión, simplemente será un nuevo plan fallido para el Ejecutivo”, puntualizó Olmos.