Foto: Instagram de Yulimar Rojas
Caracas.- «Cree en ti mismo aun cuando los demás no lo hacen. No son los que nunca fallan, son los que nunca se rinden. No te detengas por nada ni por nadie y siempre recuerda en el transitar del camino por qué empezaste», escribió Yulimar Rojas en su cuenta de Instagram el pasado 2 de marzo. En esa fecha, Yulimar, «la Negrita de Venezuela», como ella misma se denomina, estaba recibiendo un premio en el Palacio Real de España.
Yulimar se ha convertido en la atleta consentida de los últimos tiempos para los venezolanos, y no solo por sus récords, sino también por sus excelentes registros en las diferentes competencias en las que participa o por las medallas que le ha reglado al país, por su carisma, por su alegría, por su estilo, por la sonrisa y por la paz que inspira en cada uno de sus post en las redes sociales.
Hablar de la reina del atletismo en Venezuela sin nombrar la palabra unión es imposible, pues cada vez que Yulimar va a una competencia el país se paraliza. Todos hablan de ella. Es tendencia en las redes sociales, y los venezolanos, sin importar su ideología política o su religión se unen para enviarle las mejores vibras a «la Negrita de Venezuela».
En agosto de 2016, la atleta venezolana debutó a nivel olímpico y lo hizo en los Juegos de Río de Janeiro, donde ganó la medalla de plata en triple salto, con marca de 14.98 metros.
En agosto de 2017 gana su primer campeonato mundial al aire libre, venciendo en un duelo épico a la colombiana Caterine Ibargüen, bicampeona mundial y vigente campeona olímpica, quien la había superado precisamente en las olimpíadas de Brasil. Rojas se convierte así en la primera atleta venezolana de la historia en conseguir una medalla de oro en dicho certamen.
“Mis orígenes son de los más humildes. Vengo de una familia muy numerosa: seis hermanos, mi padre, mi madre. De vivir en un ranchito con mucha precariedad”, dijo Yulimar Rojas para la página olympics.com.
Esta es Yulimar, más allá de sus marcas, de sus números, de sus récords, de sus reconocimientos y de sus medallas: una muchacha sencilla, familiar, humilde, cariñosa y con un estilo único, reconocida también por su entorno.
Una de las principales personas a las que Yulimar les agradece los éxitos en su carrera es su padre, Pedro Zapata, quien a pesar de no ser su padre bilógico, la educó. «Con cada consejo, cada regaño, me hizo ser la persona que soy hoy en día. El hombre que confió en mí y en mi potencial. Gracias a ti, papá, todos mis logros son parte importante de tu labor como padre», fueron las palabras que la atleta venezolana le dedicó a Zapata.
«Mi papá, Pedro Zapata, me dio todo, me crió y me educó; y papá Félix me engendró. Una vez tenía una competencia internacional y no pude asistir porque él no me firmó los permisos”, dijo Rojas, según reseña el portal Punto Olímpico.
Yulimar también habló de la relación con su padre biológico, Félix Rojas. “Yo estoy muy feliz. No es bueno tener rencores, eso te detiene. Hay que soltar todas esas cosas negativas y crecer. Hoy en día él vive en mi casa, en Anzoátegui, y la vida me premió con un récord del mundo”, dijo Rojas, al tiempo que reveló que se reencontró con su padre cuando cumplió 24 años.
«Yo siempre le digo que sea humilde, porque ella no viene de riqueza, ella viene de un rancho humilde”. Este es uno de los tantos consejos que le ha dado Yulecsi Rodríguez, madre de Yulimar Rojas, a su hija. Así lo confesó en una entrevista con el portal triangulodeportivo.
Por su parte, la joven atleta reconoce cada uno de esos consejos y está infinitamente agradecida con su mamá: «Es la persona que le da inspiración a mi vida, la madre más ejemplar y luchadora del mundo, la que me motiva a salir adelante». Así felicitó Yulimar a su madre el día de su cumpleaños. «La amo con todo mi ser y no me alcanzará la vida para agradecerle todo lo que me ha enseñado», agregó.
Aunque nació en Caracas, Yulimar Rojas se crió en el estado Anzoátegui, y cada vez que tiene la oportunidad visita a su pueblo. Incluso en su camioneta con el rotulado Team Rojas y la bandera de Venezuela, la atleta ha visitado distintos pueblos del país para acercarse más a sus seguidores y compartir con ellos momentos inolvidables.
En noviembre de 2019, Yulimar visitó el pueblo de Zaraza, en el estado Guárico, donde compartió con los habitantes de este pueblo llanero, con quienes, sin ninguna condición, se tomó fotografías y compartió gratos momentos en el gimnasio cubierto de esta localidad.
«Yulimar es bastante amable, es superhumilde, tratable; no pude hablar mucho con ella porque había mucha gente. Zaraza estaba emocionada con su presencia, la queremos mucho. Le estaban pidiendo fotos por todos lados. Nos prometió que cuando volviera a ganar nos visitaría», dijo Daniela Figueroa, quien logró fotografiarse con la atleta.
En su perfil de Instagram, Yulimar Rojas muestra con orgullo el emoticón del arcoíris, que identifica a la comunidad LGBT+. En varios post de Instagram y en entrevistas, la deportista ha manifestado su apoyo a los derechos de la mujeres y del colectivo LGBT+.
“Mi orientación, mi sexualidad, siempre ha sido importante para mí y para mi carrera. Desde que comencé en el deporte siempre he tratado de luchar por las ideologías y los derechos de las mujeres y del colectivo LGBT”, manifestó Yulimar Rojas al diario El País.
“Es también un salto para que se respeten el amor y la vida, se respeten las ganas de amar y de ser amado y que se valoren cada día los derechos humanos”, agregó.
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