Caracas.- El Granada de los venezolanos Darwin Machís y Yangel Herrera marcó un hito en su historia este 25 de febrero, al lograr por primera vez su clasificación a los octavos de final en la Europa League. Pese a caer 2-1 en el juego de vuelta ante en el Napoli italiano, los nazaríes habían ganado por 2-0 el de ida, marcador que les ayudo a sumar 3-2 en el resultado global para asegurar el pase.
Machís, autor de uno de los goles en el primer encuentro, se lesionó esta vez en el calentamiento, por lo que no pudo entrar a la cancha. En cambio, su compañero en la Vinotinto, Herrera, y quien era duda para este duelo, terminó ingresando a la cancha a partir del minuto 58 en el segundo tiempo.
A pesar de presentarse con personalidad en el Diego Armando Maradona, el guion para el Granada se iba a torcer nada más al comenzar.
La primera pérdida en el centro del campo de los andaluces se traducía en el gol de Zielinski, tras una conducción eléctrica y una definición letal para superar a Rui Silva y comprimir la eliminatoria.
El tanto de los napolitanos podría haber inoculado el temor en los jugadores rojiblancos, pero el Granada se recompuso y retomó el plan inicial, como si el 0-0 siguiese inmutable en el marcador.
Instalados en campo italiano, los de Diego Martínez trataron de ahuyentar al rival de su portería alejando el balón. Por su parte, sin la urgencia inicial, en Nápoles realizaba incursiones aisladas en busca del segundo gol con intentos estériles.
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Montoro, que fue amonestado y se perderá la ida de los octavos junto a Germán, anotó el momentáneo 1-1 en el minuto 25 con un certero cabezazo, y a partir de allí el Granada supo aguantar el asalto napolitano.
La diana de Montoro, la segunda que logra esta temporada, aumentó el nerviosismo del Nápoles y la intensidad del partido. Se abrió una larga serie de enfrentamientos, que se saldó con hasta once tarjetas amarillas.
El equipo de Martínez supo sufrir, encerrarse en su mitad de campo y contener el ímpetu del Nápoles, guiado más por la desesperación que las ideas tácticas.
La presión napolitana tuvo premio a la hora de juego gracias al 2-1 del español Fabián Ruiz, quien abrió una media hora final de tremenda exigencia para el Granada, con el Nápoles que potenció a su delantera con su máximo goleador histórico, el belga Dries Mertens.
Luego, el cuadro andaluz se salvó ante una vaselina de Mertens nada más saltar al campo que salió alta y a un gol de cabeza del francés Tiemoue Bakayoko anulado por una clara falta ofensiva, y pudo contar con un Rui Silva decisivo.
El guardameta negó el gol al macedonio Eljf Elmas con una excelente intervención y lo repitió en el minuto 91, tras un cabezazo del argelino Faouzi Ghoulam, lo que frustró definitivamente el empuje napolitano y regaló al Granada una noche histórica.
Con información de AS y EFE
