| Foto: archivo
Río de Janeiro.- El Alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, anunció este viernes 9 de julio que se permitirá el acceso de 7.200 personas al estadio Maracaná para ver la final de la Copa América entre las selecciones de Brasil y Argentina.
Eduardo Paes confirmó en rueda de prensa que la Secretaria de Salud dio el visto bueno para celebrar con público la final del evento deportivo tras una reducción de casos y muertes por COVID-19 en Río de Janeiro.
Con la medida, el burgomestre dio marcha atrás a la decisión que había anunciado en junio, de no permitir público para la final del torneo.
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La norma determina que las personas que asistan al Maracaná deberán presentar pruebas de diagnóstico contra el COVID-19 realizadas hasta 48 horas antes y que haya un espacio mínimo de dos metros entre cada individuo o familia.
El icónico estadio del Maracaná tiene una capacidad para 72.285 personas, por lo que estará permitido el acceso de 7.228 hinchas el sábado, 10 de julio, para el clásico.
La Conmebol ya había autorizado la presencia de aficionados para la final, pero faltaba la autorización de las autoridades municipales y este viernes, 9 de julio, se dio luz verde a la petición tras supuestas presiones, que el alcalde negó.
“Se hizo un pedido para que se permitiera el 50% del público que fue rechazado. Supe del pedido por la prensa. La Secretaría de salud Municipal lo analizó y lo negó. Con un nuevo pedido, entendió, con toda la libertad del mundo, que el 10% no sería problema. Yo no recibí presiones de la Confederación Brasileña de Fútbol (CFB) o de la Conmebol, de nadie”, dijo Eduardo Paes.
El partido entre Brasil y Argentina será la primera final de los dos históricos rivales sudamericanos, desde la final de la Copa América de 2007 cuando Brasil se impuso por 3-0.
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