El director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel habla durante una conferencia de prensa en París, Francia, el 16 de abril de 2021. EFE / EPA / IAN LANGSDON
De niño, Gustavo Dudamel jugaba a alinear muñecos como una orquesta de la que él era director. Esa idea de la música como diversión, evidente en la energía y la sonrisa con las que actúa, ha marcado una carrera de éxito que suma otro acto con su nombramiento ahora como responsable musical de la Ópera de París.
Adrenalina y disfrutar. Así resumía Dudamel a EFE el secreto de una buena actuación en 2008 cuando, con sólo 27 años, triunfó dirigiendo a una orquesta de jóvenes en el sacrosanto Festival de Salzburgo, donde se atrevió a colar un mambo en el mismo recital donde había sonado antes Beethoven o Mussorgsky.
Aquel debut en Salzburgo de la Orquesta Simón Bolívar resume bien el carácter y la trayectoria del director barquisimetano:
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