El secreto del Ponche Crema lo tiene sus maestros poncheros, que guardan con celo la receta escrita hace 20 años por Eliodoro González | Foto: cortesía
Caracas.- Leche, huevos, azúcar y alcohol. Muchísimas recetas familiares y emprendimientos han tratado de emular el éxito que, sin saberlo, trazó Eliodoro González Poleo con su Ponche Crema. Lo cierto es que han pasado ya 120 años, y nadie lo ha logrado. Este es un logro que la Academia Venezolana de Gastronomía (AVG) decidió reconocer al producto con una mención honorífica de su premio Tenedor de Oro, en su edición 2019.
El jurado que premió a Ponche Crema estuvo conformado por el consejo directivo de la AVG, presidido por Ivanova Decán Gambús, junto a Gustavo Luis Velásquez, Otto Gómez Pernía, Héctor Padula, Manuel Paula, John Zubillaga, Luis Troconis Vezga, Miro Popic, Rafael Ernesto López, María Isabel Willson, Ocarina Castillo y Jorge Redmond.
En la entrega del reconocimiento, Popic destacó que Ponche Crema es “una idea hecha realidad, que ha sobrevivido exitosamente, sobreponiéndose a las vicisitudes que han marcado los últimos 120 años de vida republicana”.
De hecho, el jurado premió la inalterabilidad de la receta de Ponche Crema en más de un siglo, que le ha permitido mantener tanto su calidad como sus cualidades organolépticas (características perceptibles por los sentidos, como su sabor, textura, olor y color).
Pablo Montsant es el presidente ejecutivo de la marca, y confiesa que ni él conoce la receta secreta del Ponche Crema. ¿Quién la conoce, entonces? “Los maestros poncheros, por supuesto”, explica el empresario.
En toda Venezuela, existen tan solo dos ó tres maestros poncheros, personas relacionadas a la familia y que conocen de manera exacta la proporción de leche, huevos, azúcar y alcohol para mantener la composición original ideada por el químico -y emprendedor- Eliodoro González P. hace ya más de un siglo.
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Según lo describe Montsant, Eliodoro González Poleo era un químico y perfumero de naturaleza emprendedora. Inspirado en la receta del eggnog británico, creó el Ponche Crema con brandy, se colocó una botella bajo el brazo, y comenzó a recorrer el mundo buscando el reconocimiento del producto. Así ganó premios en París, Londres o Estados Unidos. Y, con estas insignias, se dedicó a cautivar al mercado venezolano con su creación.
Montsant, incluso, recuerda que Ponche Crema fue uno de los primeros productos en invertir en vallas publicitarias en Caracas, sin mencionar que su patente fue la primera en ser firmada por Cipriano Castro, en el año 1904.
Ponche Crema, incluso, contribuyó a la emancipación femenina. “Al morir Eliodoro y, poco después, su hijo, María Galavis, nuera de Eliodoro y ahora viuda, se hizo cargo de la empresa, siendo la primera mujer al frente de la compañía y, como dato curioso, de las pocas que manejaba en Caracas para el momento”, agrega Montsant.
Este premio comprueba lo bien que Ponche Crema ha aguantado los embates del tiempo. Montsant confiesa la dificultad para conseguir, en algunos momentos clave de la escasez e inflación venezolana, algunos ingredientes como la leche o los huevos. Nada de eso ha modificado el sabor del Ponche Crema.
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El éxito del Ponche Crema está en el absoluto secreto de su receta. La única preocupación de la marca no pareciera ser la compra de los ingredientes en una economía tan compleja como la venezolana, sino pensar en los sucesores de los actuales maestros poncheros.
Pero ¿qué hace un maestro ponchero? ¿Qué lo hace tan importante? Montsant explica que esta es la figura encargada del proceso de fabricación del Ponche Crema con sus características inconfundibles.
“En el proceso de fabricación, hay momentos en los que todos los empleados salen, y solo quedan en el lugar los maestros poncheros, que son quienes manejan la fórmula”, describe.
La única vez que Ponche Crema casi se ve forzado a revelar su receta fue al iniciar los trámites para registrar el producto ante la Administración de Medicamentos y Alimentos (Food and Drug Administration) de los Estados Unidos. “Para los estadounidenses era muy difícil pensar que el producto no tenía ni aditivos ni conservantes. Tuvimos que explicarles que era una fórmula natural”. El recelo no duró mucho, y hoy en día Estados Unidos es, según Montsant, uno de los mercados más importantes de Ponche Crema.
Y es que Ponche Crema tiene mayor movimiento en los mercados donde hay venezolanos. Gracias a la diáspora, ahora este mercado está repartido en todo el mundo. “Esta es una marca que llevan los venezolanos en el corazón y en el alma”, dice Montsant henchido de orgullo.
La navidad venezolana ahora se celebra en los rincones del mundo. Sea en Caracas, Madrid o Nueva York, el venezolano encontrará la manera de conseguir las hojas de plátano para las hallacas, el jamón ahumado para el pan de jamón y, por supuesto, el Ponche Crema para brindar por lo que fue, por lo que viene, y por lo que vendrá.
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