Sarah BernHardt, retratada por el pintor Clairin Henderson
Caracas.- Tres hermanas, un secreto terrible y una casa en ruinas. «La última actuación de Sarah Bernhardt«, obra original de Néstor Caballero, es la tercera en presentarse como parte del sexto Festival de Jóvenes Directores auspiciado por Trasnocho Cultural. En esta oportunidad, le corresponde a Andrea Levada demostrar sus aptitudes como directora y para ello escogió a Grecia Augusta Rodríguez, Jeska Lee Ruiz y Deborah Urgelles.
El argumento de Caballero se centra en Ana (Lee Ruiz) y Eloísa (Rodríguez), dos hermanas que viven en la misma casa donde se criaron. Ana tiene las manos ajadas por limpiar de manera constante y compulsiva, mientras que Eloísa dilapida el poco dinero de ambas en las apuestas. Lo único que parecieran tener en común es una madre muerta como consecuencia de los maltratos de su esposo, y una hermana mayor llamada Perla (Urgelles), que abandonó el hogar para convertirse en una actriz tan legendaria como Sarah Bernhardt.
Existe una cita atribuida al escritor estadounidense Mark Twain, y que afirmaba que “hay cinco clases de actrices: las malas, las regulares, las buenas, las grandes y Sarah Bernhardt”. La leyenda de Bernhardt no solo se vio alimentada por su gran capacidad histriónica (participó en más de 70 obras a lo largo de toda su vida y grabó aproximadamente 20 de las primeras películas de la historia), sino por una vida que estuvo marcada por el escándalo y el misterio.
En algunos portales se señala el 23 de octubre de 1844 como la fecha de nacimiento de Bernhardt. Sin embargo, un trabajo realizado por el medio ABC de España coloca en duda este dato al explicar que un incendio provocó la quema de la partida de nacimiento de la actriz, razón por la cual los biógrafos e historiadores desconocen realmente la fecha exacta. Solo se sabe que fue en París, que su abuelo era un famoso ocultista, y que su madre era una prostituta de lujo.
De hecho, Bernhardt vivió de dicho oficio hasta que su carrera como actriz estuvo consolidada, y pudo vivir únicamente de los ingresos que el teatro le reportaba. De carácter impulsivo, a los 9 años saltó desde la ventada de su casa para no saludar a sus tías. La caída le causó una lesión en la rodilla que le haría sufrir durante toda su vida y que posteriormente causaría la amputación de su pierna.
También solía viajar por el mundo actuando y acompañada siempre por un pequeño zoológico personal donde se dice que no solo había animales domésticos como perros y gatos, sino también loros, tortugas monos e incluso leopardos. Para memorizar papeles, solía dormir en un ataúd de raso blanco.
Ni la vejez ni la enfermedad la apartaron de su carrera como actriz, y murió el 23 de marzo de 1923. A su funeral asistieron más de 100.000 personas, y sus restos están enterrados en el cementerio de Pere-Lachaise.
El carácter indómito de Sarah Bernhardt es la inspiración de Perla, la mayor de tres hermanas que son fruto de un matrimonio abusivo y convencional. Perla es la única que decide rebelarse contra lo que el destino (o su padre violento) ha decidido para ella y escapa del internado para ser actriz.
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Después se rebela contra el abuso que ejerce sobre ella su esposo Guillermo, y lo asesina mientras duerme. Por último, se convierte en un fantasma para sus propias hermanas, pidiéndoles que no la visiten ni le escriban, y prometiendo volver siempre.
El fantasma de Perla, que regresa en algunos momentos como un flashback de las hermanas, es el elemento que une a Ana y a Eloísa. Ambas viven bajo su sombra, esperándola.
Entre Perla y Bernhardt no hay sino diferencias. No hay nada de Sarah en Perla, salvo el empeño por conquistar el mismo sueño. Este empeño catapultó a Sarah y hundió a Perla.
Si bien Caballero establece que las hermanas deben ser mujeres ancianas (de hecho, se llaman así la una a la otra), Levada escogió a dos mujeres alrededor de 30 años para hacer los papeles protagónicos, recurso que sería aceptable si ambas estuvieran maquilladas de manera acorde pero que, en este caso, no funciona así.
Ni la dirección de arte ni la de vestuario permiten intuir cuánto tiempo ocurre dentro de la obra, o en qué época se desarrollan los acontecimientos. Hay una mezcla de elementos como bancos de madera de antaño y porcelana Lladró que poco tienen que ver con otros elementos, como una mopa de plástico y un envase del mismo material. En algún punto citan un vestido de novia, pero la actriz utiliza uno negro con hombreras y lentejuelas, mientras que otra actriz sí usa un vestido formal de algodón (sin cierre en la parte posterior) durante toda la obra.
La última actuación de Sarah Bernhardt estará en cartelera desde el 31 de enero hasta el 9 de febrero en el Espacio Plural de Trasnocho Cultural los viernes a las 7:30 pm, sábados a las 7:00 pm y domingos a las 6:30 pm
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