El video Soledad pareciera una premonición de lo que viviríamos en 2020, pero no lo es. El año es 2016, y el lugar es el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, que está totalmente vacía. Bajo las nubes de Calder solo se encuentra el actor Héctor Palma, en el pasillo central, y el baterista Adolfo Herrera bajo las luces del escenario.
Palma anuncia su entrada. Recita. ¿Es un poema, un pensamiento en voz alta? Está describiendo a la soledad. Y cada palabra, cada verso que concluye, es respondido por una improvisación de Herrera.
La soledad retumba con un ritmo vibrante
¿son mis latidos o los tuyos los que escucho a la distancia?
Estás aquí mientras mi pensamiento te sostiene, te arropa y te salva
Lucho por no olvidarte, mantenerte aquí el tiempo exacto
El que necesite mi corazón para no perderse para siempre en tu recuerdo
Y ese tiempo que transcurre no sé cuánto será
Lo recuerdo solitario, o no tanto
Cuando me doy cuenta de que no estoy tan solo
Porque me tengo a mí
Soledad es la primera pieza de Irrepetible, el primer álbum de Adolfo Herrera, de diseño conceptual y multimedia, donde cada “canción” (u obra) consiste en una improvisación inspirada en textos escritos específicamente para este proyecto.
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La creación de este álbum comenzó en 2013, cuando Herrera aún vivía en Caracas, Venezuela. Había llegado a la conclusión de que podía vivir de la música (el sueño de todo artista), pero que necesitaba un disco con su nombre. Podía usar su propia “zona de confort” para realizar una apuesta solista.
Para el momento, ya Herrera había realizado un trabajo importante como percusionista al lado de figuras como Aquiles Báez, THE trío (conformado por Gonzalo Teppa, Adolfo Herrera y Juan Ángel Esquivel), Siudy Garrido e incluso al lado de Gerry Weil con el disco Free jazz and love songs, donde tuvo la oportunidad de ejecutar con el género de free jazz que recorre todo el concepto de Irrepetible.
En la búsqueda de ideas para el que sería su primer proyecto solista, Adolfo Herrera se dio cuenta de que no existe algo tan venezolano como la improvisación. Lo explica con sinceridad, y con la justa dosis de acidez que requiere admitir una verdad tan cierta como incómoda. “Con el free jazz no es necesario invertir horas largas ensayando en un estudio, sino sencillamente reaccionar a lo que ocurre en la sesión”, comenta.
Pero el jazz también puede significar desorden. Herrera explica que el género consiste en romper con la norma, pero que esa norma es la que genera el orden. “Busco la belleza en la música, lo estético. Si coloco una imagen en la cabeza de la audiencia, evito el caos”, expresa.
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Por esta razón, el esqueleto de Irrepetible se compone de textos escritos por Héctor Palma (Soledad), Willy Mckey (Caracas), Leonardo Padrón (Amor), Gloria Cuenca (Ser humano), César Miguel Rondón (Luz), Douglas Gómez (Muerte), Guillermo Carrasco (Incertidumbre), Aquiles Báez (Belleza), Pedro Galdós (Presencia de la naturaleza) y Raúl Lottito (Emigrante). Cada texto conlleva a una improvisación musical que sintetiza el tema de los textos.
Después de Soledad, los siguientes temas en ver la luz serán Caracas y Amor. Caracas, a cargo de Willy Mckey, “habla de Caracas con mucho ritmo, describe muy bien a la ciudad de la que he estado enamorado toda mi vida”, opina Herrera, quien encargó el texto sobre el amor a Leonardo Padrón por su experiencia “tanto en las telenovelas como en su propia vida. Sabe explicar muy bien cómo es el amor entre una pareja, que es bastante complicado”, agrega.
Herrera espera poder terminar el álbum hacia el final de 2021. Mientras tanto, las piezas se agregarán a su página web y a sus perfiles de Instagram y YouTube.
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