El vicepresidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Carabobo (Apuc), Gerardo Vásquez, señaló que la temporada decembrina no se vislumbra positiva para los profesionales de la educación, puesto que el salario que devengan no les alcanza ni siquiera para cubrir sus necesidades básicas.
Indicó que un profesor universitario de máxima categoría recibe un sueldo de aproximadamente 725 mil bolívares al mes, cifra que no cubre el monto de la Canasta Alimentaria Familiar ubicada en 7.585.401,93 bolívares, según la medición del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros para el mes de octubre.
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«Lo esperamos con mucha tristeza. Sabemos que será un diciembre donde prácticamente desaparece el juguete de los niños, las hallacas no forman parte de la tradición y el pan de jamón es algo de lejano alcance. El diciembre para el trabajador venezolano es una agonía y una odisea. Días antes del 16 de noviembre recibimos 25% del aguinaldo, resta 75%, que no sabemos cuándo lo vamos a cobrar, pero sabemos que no vamos a poder cubrir todas las expectativas de las fiestas navideñas», destacó.
Por otra parte, Vásquez señaló que el personal de la UC labora con un sistema de contingencia reducida, para que los trabajadores puedan prestar sus servicios pese a las condiciones en las que se encuentra la máxima casa de estudios de la entidad carabobeña.
«La figura de la contingencia reducida permite una cierta flexibilidad para prestar el servicio. Las condiciones laborales son muy deplorables, por lo que la permanencia se hace muy difícil por la carencia de electricidad, problemas de equipos de oficina, de transporte y de mantenimiento de áreas verdes; la permanencia se ha convertido en un peligro por la inseguridad. Prácticamente el horario se ha reducido de 8 a 3 de la tarde», sostuvo.
Consideró que el deterioro de la casa de estudios se debe a que el Ejecutivo no aprobó el presupuesto que esta requiere para mantenerse operativa. Sin embargo, hizo un llamado a los profesionales a mantenerse en sus puestos de trabajo para tener una universidad abierta.
